-Te quiero -dijo ella mirando las preciosas vistas, apoyada en la barandilla del puente.
-¿Sabes que? Te amo desde que te sentases justo a mi lado en el aeropuerto.-dijo él cogiéndola de la cintura y atrayéndola hacia él.
-No digas tonterías. Sabes...
Abro los ojos lentamente y una luz intensa me obliga a volver a cerrarlos, ¿Quien ha apartado la cortina?
Me froto los ojos cansada y me giro en la cama, buscando el calor de Carlos, pero no está. Me siento en la cama y miro a mi alrededor intentando despejarme por completo. Mi vista se detiene en una cajita plana blanca con una cinta de raso morada. Me levanto de la cama y con curiosidad me acerco al escritorio, cojo la cajita y la agito un poco al lado de mi oreja. Se que hay algo por el peso, pero no suena.
Aún con la caja entre mis manos me siento de nuevo en la cama y pongo lo que intuyo que es un regalo sobre mis piernas. Con cuidado deshago el lazo y abro la caja. Una rosa roja y una carta se encuentran dentro. Cojo la rosa y la saco de la caja para poder coger mejor la carta. Rompo el sobre y saco el folio de dentro. Al abrirlo me encuentro con una carta escrita a mano. Empiezo a leer.
Antes de nada... ¡¡Felicidades bichito!! Espero que disfrutes mucho de este día y que pases un buen cumpleaños.
Te ama, Carlos... ¡Fin!
Vale, me has pillado, ese no es el final de la carta.
Como hoy es un día especial porque son tus 25 y bla bla bla... He decidido hacerte algo distinto. Pensando y pensando (sí, los rubios podemos pensar) he decidido que tienes que buscar tu regalo por todo Londres. Te iré llevando a diferentes sitios que hemos visitado juntos (tranquila la zapatería de Camden no está en en itinerario) y en cada sitio habrá una pista.
La primera pista es: ¿Dónde nos vimos en persona después de haber hablado casi tres meses por WhatsApp?
Pd: Para que todo salga bien necesito que te pongas el gorrito de gato que te compré en Londres. Es para que puedan diferenciarte.
Pd2: Mucha suerte mi pequeña mariquita ❤
Tu gato tonto ❤
Pliego de nuevo la carta y salto de la cama, abro el armario y comienzo a sacar ropa. Al final me decanto por una sudadera negra unos vaqueros y unas deportivas blancas.
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Bajo a ma cocina para prepararme algo para desayunar pero me sorprende todo el banco de la cocina lleno de comida, gofres, tortitas, magdalenas... Dios mío creo que estoy en el paraíso.
Lisa: Felicidades mi niña.
Mi madre aparece con una tarta y dos velas encima. El resto de mi familia va detrás cantando el cumpleaños feliz. Sonrío como una enana y soplo las velas no sin antes pedir un deseo.
Scott: Vamos a desayunar rápido que alguien te espera.
Sonrío aún más y me siento en un taburete. Mi madre me pasa un trozo de tarta, ¡es de nata y yema! Joder que rica.
