Carlos: No entiendo como no te ha podido afectar que me diera un beso en los labios.
Yo: ¡Claro que me ha afectado! ¡Tengo sentimientos! Pero mis celos se han ido al ver lo mal que has tratado a Blas. Ante todo es tu amigo, tu mejor amigo para ser exactos y no puedes insultarlo de esa manera.
Carlos: Ya se que lo he tratado mal, no me lo recuerdes.
Yo: ¡Oh claro que te lo voy a recordar! ¿Cómo se te ocurre decirle que está enfermo? Tu sabes el daño que le has hecho con esa frase.
Carlos: ¡No pienso que esté enfermo joder!
Yo: Uno no lo dice si no lo piensa. No me esperaba que fueses homófobo.
Carlos: ¡Y no lo soy!
Yo: Pues no es la imagen que has dado.
Carlos: Deja el tema ya. Me he disculpado y ya está.
Yo: No, no está. Aunque os hayáis perdonado el sigue dolido. Que te llamen enfermo por ser homosexual duele.
Carlos: ¿Qué sabrás tú si duele o no?
Yo: No lo se porque me haya pasado a mi lo se porque tengo amigos que han sufrido lo mismo que Blas, la diferencia entre Blas y ellos es que ellos no han vuelto a hablar con quién les insultó. ¿Quieres que Blas lo haga? ¿Que deje se hablarte? Debe ser muy duro ir a una reunión para hablar de un nuevo disco y que uno de tus compañeros, tu mejor amigo, no te dirija ni la mirada. ¿Quieres eso?
Carlos: No me va a hacer eso.
Yo: ¿Como estás tan seguro? Le has decepcionado, no sólo una, sino dos veces. Eso a los amigos no se le hace.
Los ojos de Carlos llevan aguados un buen rato y me sabe mal decirle todo esto, pero quiero que entienda que no puede saltar de esa forma a la mínima.
Carlos: Yo no quiero hacerle daño, joder.
Me abraza y oculta su cara en mi cuello, lo oigo sollozar y se me parte el alma, odio verlo mal, no me gusta que la gente llore, pero si es la única manera de que reaccione...
Yo: Ya está Carlos, ya está.
Le acaricio la espalda intentando tranquilizarlo, al cabo de unos minutos rompe el abrazo y me mira aún limpiándose las lágrimas.
Carlos: Creo que... Que debería quedar con él y... Aclararlo todo.
Yo: Es lo mejor.
Le aprieto cariñosamente el hombro y consigo arrancarle una sonrisa.
Yo: Siento haber sido tan bruta antes. Creo que me he pasado.
Carlos: No, si tienes razón, hasta hoy no había visto la posibilidad de que dejase de hablarme y la verdad que no quiero que eso pase.
Yo: Oye ahora que lo pienso, Blas dijo que hasta los fans os shippeaban. ¿Es cierto?
Carlos: Si, hay algunas que hasta piensan que eres una tapadera para que no se descubra que estamos saliendo en secreto. Tienen mucho tiempo libre.
Yo: Me odian, y yo ya no se que hacer para que no sea así...
Carlos: No te odian, solamente tienen que acostumbrarse. En el momento en el que vean que realmente me haces feliz, te aceptarán. Además no todas te odian.
Yo: Pues las que no me odian son pocas o no se hacen ver... Tengo las redes sociales llenas de odio.
Carlos: ¿Quieres que les de un toque?
Yo: Eso sólo empeorará las cosas.
Carlos: Tengo una idea, a mis seguidores les gusta que haga directos y llevo sin hacer uno un par de semanas. ¿Qué te parece si hago uno y apareces así de la nada? Así te conocen mejor y se enteran de una vez por todas que eres una tía de puta madre.
Yo: No se Carlos...
Carlos: ¡Qué si! Hazme caso, como yo estoy delante no se pasaran tanto.
La verdad es que tengo curiosidad por ver cómo hablamos con sus seguidores, debe ser un amor con ellos.
Yo: Pero estoy desde el principio o...
Carlos: Si no quieres no.
Yo: Bueno, vale, me quedo desde el principio.
Carlos se levanta a por su móvil y se sienta a mi lado escribe un twit diciendo que en media hora hace un directo y en nada tiene el móvil petado de notificaciones.
Carlos: Habrá que ir preparando todo, ¿no?
Yo: ¿Donde sueles grabar?
Carlos: En el altillo, es donde tengo el ordenador.
Ambos subimos al altillo, Yo con una silla para poder sentarme mientras hacemos el directo. Me siento al lado de Carlos y el empieza a teclear cosas en el ordenador y a abrir muchas pantallas. Parece realmente un youtuber. Veinte minutos después nos vemos en una esquina de la pantalla del ordenador y yo me escondo detrás de Carlos, prefiero que saludé él y ya aparezco yo después. Espero que no se me vea mucho.
Carlos: ¿Se me ve, se me escucha, se me todo?
Me muerdo la lengua para no reírme, este chico, el cuál es mi novio, es gilipollas.
Carlos: Bueno, hacía mucho que no hacía directo ni nada y me apetecía hacerlo. Además quería presentaros a una persona. ¿Carla?
Asomo la cabeza por detrás suyo y saludo a la cámara para después volver a ocultarme detrás de la silla negra en la que está sentado Carlos.
Carlos: Va, sal.
Yo: Sal no, pimienta.
Lo oigo soltar una risa a la vez que coge mi mano, de un tirón consigue sentarme en la silla que tiene al lado, la cuál ocupaba yo antes de que empezara a emitir.
Carlos: Bueno, ella es Carla, mi novia.
En la pantalla no paran de llegar mensajes y es prácticamente imposible leerlos.
Yo: Hola...
Carlos: Quería presentarosla como Dios manda y de esta forma podéis conocerla un poquito mejor. Os caerá genial.
Nos pasamos la tarde hablando con sus fans y la verdad, creo que he conseguido al menos caerles bien, no me han insultado prácticamente nada y hasta me han preguntado cosas a mi directamente. Poco a poco creo que le caeré bien a la mayoría, o eso espero.
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WhatsApp (Carlos Auryn)
Fanfiction-Te quiero -dijo ella mirando las preciosas vistas, apoyada en la barandilla del puente. -¿Sabes que? Te amo desde que te sentases justo a mi lado en el aeropuerto.-dijo él cogiéndola de la cintura y atrayéndola hacia él. -No digas tonterías. Sabes...