TRIGGER WARNING
Hoy nos adentramos un poco más en la vida de Julie, esta vez un poco más profundo, hacia la noche que la transformó en la persona que conocemos ahora; este capítulo ofrece respuestas sobre todas las dudas que teníamos sobre su pasado. Es un capítulo sumamente real y doloroso y quiero que sepan y recuerden siempre que no están solos, que son amados y únicos, no duden en pedir ayuda si sienten que no pueden más. Siempre tendrán a alguien a su lado. Siempre.
Los quiero.
***
El sol se filtraba por la cortina rosa entreabierta, golpeándola en el rostro, decidió que no podía fingir estar dormida mucho más y se quitó las cobijas de encima. Se puso en movimiento y escogió con deliberada lentitud la ropa que usaría ese día. Los zapatos que tenía eran adorables pero se dijo que tenía que ir de compras lo antes posible, se lo pediría a su padre el siguiente fin de semana, después de todo, le había prometido un día solo para ellos cuando volviera de su luna de miel.
—¡Julie! ¡El desayuno! —gritó su madre desde el piso inferior.
—Tengo que ponerme a dieta —musitó poniendo las manos en su abdomen buscando una barriga inexistente, bajó las escaleras y tomó el jugo recién hecho que estaba sobre la barra de la cocina—. ¡Oh, jugo! Debe irme, tenemos practica ahora.
—Deberías tomar algo más que solo jugo... —dijo su madre tranquilamente—. Esos entrenamientos te están quitando mucho tiempo que podrías ocupar estudiando, tus notas han bajado mucho.
—¿Sabes? Muchas madres matarían por tener hijas animadoras.
—Tu futuro depende de tus notas, no de tus piruetas.
—No decías eso cuando era la campeona gimnasta de la región —le recordó, su madre la miró fijamente y apretó los labios buscando una respuesta que nunca llegó—. ¿Te llevo, M?
—Claro —dijo su hermana terminando el desayuno rápidamente y recogiendo su mochila—. Adiós, mamá.
—Adiós chicas, que tengan un buen día —dijo su madre dándole un beso a cada una en la mejilla. Julie caminó rápidamente hacia su coche azul y se puso los lentes obscuros mientras Melissa abría la puerta del lado del copiloto.
—¿Tienes que combinar todo? —preguntó Melissa al mirar el atuendo de su hermana.
—Por supuesto. Tengo una imagen que mantener, tú deberías intentar hacer lo mismo.
Conducir era una de sus cosas favoritas, o hacía de una forma tan grácil que era difícil creer que tenía dieciséis años. Su padre había accedido a dejarle obtener un permiso para conducir después de que ella le rogara por dos semanas, su madre no había estado de acuerdo pero no le había quedado remedio. Se estacionó en su lugar de siempre, sus amigas ya la esperaban ahí de pie
—Trata de no causarme problemas, ¿quieres?
—Seguro —dijo Melissa saliendo rápidamente del auto y caminando hacia su primera clase del día, evitando las miradas que siempre atraía del grupo de chicas.
—Lizzie —saludaron las tres chicas.
—Chicas —saludó ella saliendo del auto.
—Los chicos del equipo de atletismo están organizando una fiesta este viernes —informó Beca—, les dije que tenías una agenda ocupada pero que tratarías de hacer un espacio.
—Bien —concedió colocándose a la cabeza del grupo y abriéndose paso por la multitud de estudiantes—, ¿algún rumor interesante?
—Ninguno del que haya que preocuparse —dijo Mary agitando su larga melena—, el escándalo del día es el que protagonizó Karen y la destruiste por completo, no tiene posibilidades de recuperarse.
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La Heredera (1) El Misterio del Castillo
FantasyJulie siempre trató de convencerse de ser una adolescente normal pero cosas raras suceden a su alrededor sin que ella logre entenderlas o controlarlas. Su transferencia a un remoto internado parece empeorar las cosas, el enorme edificio está lleno d...