Atención: Aquí hay cliché.
A Nathaniel le esperaba una gran sorpresa en la escuela a la hora del almuerzo. Pero hasta que eso llegara todo fue relativamente normal, hasta que a una hora del descanso a la profesora se le ocurriera hacer un proyecto. Era la clase de física, donde, como siempre, estaba en otro mundo. No se le daban las ciencias, estaba eso claro. Y es por eso que se mantenía igualmente distraído. No había lápices de colores en su escritorio, o siquiera algún lápiz de dibujo, solo había un libro abierto en una página cualquiera mientras se perdía en sus pensamientos. Hasta que la maestra le llamó la atención por primera vez en el día.
—Nathaniel Rêveur, por favor preste atención, que esto es importante ya que contará para un 40% de su calificación —dijo la profesora a su lado—. Y creo que es necesario para usted que saque una buena nota esta vez —agregó siendo indiscreta. Aunque quien no supiera que a Nathaniel no le iban las ciencias igual y no iba en aquel colegio.
El pelirrojo algo avergonzado solo asintió, dándole la razón a la profesora de ciencias. La mujer alta y delgada contenta con obtener la atención del chico pelirrojo comenzó a alejarse de su banca mientras explicaba de que iba el proyecto.
—Así que, muchachos, quiero que hagan una presentación frente a toda la clase de alguno de los temas que hemos estado viendo —Tenía la atención de todos, aunque los alumnos tenían una expresión de aburrimiento total. La maestra llegó hasta su escritorio y se sentó en él, cruzándose de brazos mientras continuaba con su explicación—. Va a ser un trabajo por parejas. Las cuales elegiré yo —específico antes de que sus alumnos se emocionaran.
<<Oh, no>> pensó Nathaniel. La última vez que había estado en algún proyecto de esos donde los profesores elegían el equipo le había tocado junto con Chloé y Sabrina, las cuales simplemente le hicieron de lado, perjudicando su calificación.
La maestra tomó su lista y comenzó a decir los nombres de los jóvenes, emparejándolos. Nathaniel estuvo deseando que no le tocará tan mala suerte como la anterior. Se tranquilizó al enterarse que Chloé se había quedado con Kim. Y Sabrina se quedó con Marinette, lo cual les pareció bien a ambas. Pero al final fue peor, según el pelirrojo.
—Y para el final, Adrien con Nathaniel. Por si tiene alguna duda le pregunte a su compañero, eh, Rêveur —avisó la maestra como una amenaza. Nathaniel sintió como un balde de agua fría le caía encima—. Tienen un mes para hacer esto, ahora venga cada uno para que les de un tema específico.
Los alumnos comenzaron a movilizarse. Algunos iban solos y otros con su pareja elegida, no obstante Nathaniel no se movió. En absoluto. Se quedó como en shock viendo hacia enfrente. Después pudo ver cómo el rubio de Adrien Agreste caminaba hacia él después de haber pasado con la maestra por el tema. El rubio estaba con una gran sonrisa, en cambio que el pelirrojo que solo quería estar lo más lejos de él.
—Bien, Nathaniel ahora somos un equipo —dijo lo obvio alegre al sentarse en la silla de al lado del pelirrojo.
<<Sí, "equipo", que "alegría">> pensó con sarcasmo. Nathaniel no estaba con gana alguna en convivir con Adrien. Simplemente le parecía una mala persona... O bueno no mala, pero sí hipócrita, o más buen, falsa, como lo era Chloé (aunque ella era todo otro tema aparte). Sentía que no era para Marinette, no entendía porque le gustaba a la chica pelinegra. Y luego estaba Alya, quien quería unos bocetos de él. Dios Santo Adrien Agreste era un Modelo, o sea, un MODELO. Había revistas llenas de él solamente. ¿Para qué rayos quisiera unos bocetos de él?
Nathaniel, sin darse cuenta, se quedó con la mirada fija en el rubio, y se fue volviendo cada vez más fría y hasta con algo de reproche. Adrien no supo que le pasaba. Pero decidió sacar de sus pensamientos al pelirrojo.
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Todo gracias a Alya.
FanfictionAlya le pide un favor a Nathaniel, hacerle unos dibujos de cosas varias para un regalo. No obstante, lo último que le pide que dibuje es nada más y nada menos que a uno de sus compañeros de clase, Adrien Agreste, el súper modelo. Nathaniel se niega...