(TAÍS)
El médico dijo que debía reposar y que en una semana podría empezar a realizar actividades leves pero siempre controlando el dolor. Pero a mí ya nada de eso me importa. He perdido la oportunidad de ingresar al ballet y me he estado esforzando muchísimo para ello.
Me quedo en cama todos estos días, con los pies arriba y con medicación. Puedo ver televisión, leer y dormir; todo lo que normalmente no hago mucho, pero eso no me hace feliz. Extraño bailar.
Lina me ha estado mensajeando todos estos días, ella está de viaje y cuando se enteró lo que me pasó me escribió para darme ánimos.
«Taís, por Dios... tu papá me contó lo de tu esguince... ¿Cómo estás, cariño?»
Ella sabe lo importante que era para mí esa audición. Ella es testigo de mi esfuerzo.
«Mal, estoy aquí reposando... pero ya no voy a poder audicionar.»
«Lo siento, cariño. Pero ya verás que luego habrá más audiciones. Debes reposar y recuperarte pronto para poder volver a bailar»
Hablamos todos los días, me cuenta sobre su viaje y lo que está haciendo por allá. También me dijo que papá y ella mensajean bastante, lo que me alegra.
Rodrigo ha venido a verme, habíamos quedado en encontrarnos para ir al cine al día siguiente de mi lesión y tuve que cancelarle, le dije que no sabía cuándo podríamos volver a vernos porque debía reposar. Me preguntó el motivo y se lo conté, entonces quiso saber si podría venir a visitarme. Le dije que se lo preguntaría a papo y por supuesto, él dijo que sí, así que viene todos los días a la tarde y se queda conmigo. Creo que es el único momento en el cual no me siento tan desanimada.
Nika me ha escrito también, se me había olvidado avisarle, pero como no llegué a clases se preocupó y me escribió. Dijo que vendría a verme esta tarde, y justo Rodri hoy no vendrá, así que la estoy esperando, supongo que en un rato llegará.
—¿Estarás bien? ¿Seguro? —Papo se acerca a la puerta y me observa con cariño.
—Sí, Nika no tarda en llegar y me hará compañía.
—¿Quieres que me quede hasta que llegue? ¿Así no te quedas solita? —pregunta inseguro.
—No... no hace falta, ve tranquilo. La abuela te estará esperando y sabes cómo se pone si llegan tarde a sus citas con el médico. —Insisto.
Papo me da un beso en la frente y entonces se va. La abuela tenía que ir al médico y como siempre él es el encargado de acompañarla. No pasan ni cinco minutos y suena el timbre del apartamento, me movilizo con lentitud tratando de no cargar peso sobre mi tobillo lastimado y voy a abrir la puerta, seguro es Nika que viene a hacerme compañía.
—¡Belleza! ¿No estás acostada? ¡Pensé que abriría tu padre! —exclama ingresando.
—Él tuvo que salir, iba a esperarte, pero le dije que se fuera porque mi abuela tenía que ir al médico y no quería que llegaran tarde por mi culpa. ¿Vamos a mi habitación?
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Lo que me queda de ti © (#1)
General Fiction*** PUBLICADA POR NOVA CASA EDITORIAL - JULIO 2019 *** Dicen que nada pasa por casualidad, que cada persona llega a nuestra vida con un objetivo y nos trae un aprendizaje. Algunas se quedan por mucho tiempo a nuestro lado, otras, solo un poco y lueg...