Capítulo 1

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-¡qué sí, qué sí, qué ya vaaa! - María no puede más, qué si tiene que ir para aquí qué si para ya ¿cuánto más tiene qué aguantar?  Y todo ¿para qué?
 
Para pagar una casa qué todavía no es suya, la comida, que ya ni puede tragar y gastos y más gastos.

Gracias mundo. Se pregunta cuando fue la última vez que pudo comer sin recibir un mensaje de su jefe.

Es un hombre jodidamente asqueroso, rico y asqueroso.  Se acuerda bien la entrevista de trabajo...

-¿y está segura de estar cualificada?
No claro, si para él cuatro años de carrera de empresariales, dos de máster y una carrera de derecho internacional es regalada.

Pero ¿está loco? Maldito subnormal pensó.
-bueno, espero cumplir las espectativas de la empresa- respondió inocentemente.

-Esperemos que cumpla bien su puesto, pero deberá cumplir un año de becaria.

- Me.parece correcto -respondió.
¿qué le parecía correcto ? Un carajo.Pero ¿qué iba a hacer? O eso o nada. Sí,  es una putada vivir diez años de carrera y estudios y que digan eso,  pero ¿acaso había otra opción? 

No, no la había. O silencio o nada. Y no quedó ahí la cosa, siempre surgian problemas. Aj!

Una vez,  el señor Gordinflón porque así lo llamaba ella, le mandó tanto papeleo que tuvo que quedarse toda la noche trabajando y encima le dijo al día siguiente que quería todo lo contrario  ¿hasta qué límites llegaba su retraso?.

Lo único bueno del trabajo era los compañeros que la ayudaban miles de veces. Un día empezó a hacer fotocopias y la máquina se atacó y la señora que tanto miedo le daba se le acercó. 
Ella ya tenía el miedo metido encima y la señora le dijo:
- mi niña ¿tienes algún problema?
-perdón si la molesté, se travó la impresora y no sé cómo arreglarlo.

La mujer, con sus 50 años encima y su apariencia de mujer seria, cogió el cable, lo desenchufó y lo volvió a enchufar.  Ella solo miró.
Luego la impresora volvió a funcionar.

- La maldita es del año de la reconquista, ojalá la cambien ya. Tú tranquila, estaba ya mal y seguirá así mientras tengamos ese rácano de jefe.
- muchas gracias - le respondió María
- Me llamo Paz, cualquier cosa no dudes en decirmelo
- Yo María, tranquila procuraré no molestarla.

Paz le dedicó una sonrisa cálida y continuó tecleando.  Tac tac tac...
Bueno y no solo Paz era buena con ella,  también lo eran las más jóvenes.

Laura la miraba diferente, sin saber bien porqué pero le parecía una chica discreta y muy seria. Además le encantaba su estilo. Siempre traje y esa melena rubia recogida en una coleta.

Entre los hombres conoció a Alberto y Cristian. Tan diferentes. Uno de campo y otro de ciudad. Con uno saldría con otro sería amiga pese a qué él la quisiera en secreto .

Imaginen una tarde de verano,  el sol, la playa, una mesa para dos, champán, velas,música romántica y un ramo de rosas, ¿ lindo no?

Pues su historia de amor no fue así.  ¿qué cómo fue? Bonita sin duda.
Dejense de imaginar chocolate y bombones please

200 VECES YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora