La Reina Del Infierno.

Capítulo 16

<<Allí donde Dios erige una iglesia, el diablo siempre levanta una capilla; y si vas a ver, encontrarás que en la segunda hay más fieles. >>
                         -Daniels Defoe.

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Samanta se removió en la cama, la luz del sol se filtraba por las rendijas de la ventana. Se estiro adormilada para relajar sus músculos.

Examino la habitación por un momento, el cobertor azul que la abrigaba combinaba con el color blanco de la habitación.

Después de inspeccionar donde se encontraba, se levanto y camino hacia el baño que había en la habitación. Se lavo la cara, y cepillo sus dientes con uno de los varios cepillos nuevos que estaban en un paquete sin abrir. Se acomodo un poco el cabello desordenado, y se decidió por dejarlo suelto.

Salio del baño y se puso las botas que a un lado de la cama yacían.
Una vez que termino de acomodar la cama, abandono la habitación.
Bajaba por las escaleras lentamente en busca de Miguel, se escuchaban murmullos provenientes de donde parecía ser la biblioteca.

-Espero que decidan aceptar...- dijo la reconocida voz de Jack.

-Deben hacerlo- siguió Miguel- si no estamos fritos. Dios confía en mi por lo tanto cumpliré estrictamente sus ordenes.

-Miguel...- lo llamo, él se dio la vuelta para encontrarla afirmada  en el marco de la puerta.

-Samanta me alegro que hayas despertado- le sonrió Jack amablemente.

-Gracias- le del volvió el gesto.

-Tenemos muchas cosas que hacer- Dijo Miguel- por lo tanto no habrá suficiente tiempo para desayunar así que por eso compre caracolillos, son rápidos de comer.

Samanta fruncio el entrecejo con asco.

-No son lo que piensas, no son caracoles de verdad- río Miguel- son masas rellenas con una mermelada hecha de uvas y arándanos. Mira prueba...

Miguel le tendió un paquete, ella lo abrió para ver el contenido y saco una de las masas y las probo. Su contextura suave y dulce la encantaron pero la mermelada casi la hizo gemir de lo deliciosa que era.

-¿Te gusta?- preguntó Miguel.

-Me encantan..- sonrió- ya se para la próxima. Cuando se terminen todos los problemas comprare muchas mas.

Samanta continuo comiendo las masas dulces.

-Pueda ser que termine todo bien....- susurro Miguel para él.

-¿Como?

-No nada- negó para continuar- tenemos que apresurarnos, con Jack creemos saber el paradero de estos tres Nesfilim.

-¿Donde están?

-En una localidad bastante cerca de por acá el pueblo se llama Cilleil- respondió Miguel- así que ya mande a llamar a dos de mis mejor confidente y soldados para que nos ayuden. Ellos nos estarán esperando haya.

-Esta bien-asintió Samanta.

-Quiero agradecerte por la ayuda que nos brindaste amigo mio, te prometo que esto te sera muy compensado en el cielo-Dijo Miguel.

-No es nada, sabes que haría cualquier cosa con tal de ayudar al prójimo- le sonrió Jack y lo abrazo como si se tratara de una despedida de padre e hijo.

-Samanta espero que encuentres lo que buscas y que por fin seas libre...por que después de todo te lo mereces-le dijo Jack con cierta pena en su voz.