La Reina Del Infierno.

Capítulo 41 -FINAL-

<<La conciencia tranquila es un invento del diablo. Tú eres quien debe decidir las acciones.>>

                    -Albert Sheweither

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Esta vez Samanta, a pesar de que  tiene miedo a equivocarse, toma la decisión correcta.

Hace caso a su cabeza.

Y para asegurarse de que sea así, mira a cada uno fijamente para dar el siguiente paso.

—Ya tome una decisión.— su voz salio rasposa y cargada.

—Permiteme decirte que seras muy bien recibida, Samanta — prometió Dios. — tu vida de ahora en adelante cambiara, pero de un modo subjetivo para tú bienestar.

Los ángeles exclamaron en apoyo a las palabras dichas del todo poderoso.

—Samanta, en mi bando ahora y siempre tendrás las puertas abiertas para ti. — una mirada llena de súplica fue lo que vio en los ojos de Lucifer. Y un mensaje oculto de "elige bien". El terror de perderla era demasiado evidente.

Samanta cerro los ojos rezando para que su petición fuera aceptada.

—Quiero iniciar de nuevo. Quiero tener una vida normal, donde pueda casarme, tener hijos y comprarme una bella casa. Tal vez también tener un perro y un gato. — sonrió con tristeza — quiero que mis únicas responsabilidades sean conseguir un trabajo digno para poder darles una buena vida a mis hijos e inculcarles buenos valores, quiero llegar a ser una buena esposa para el hombre que elija pasar el resto de su vida conmigo. Quiero tener nietos que me llenen de buenos momentos, pero sobre todo tener una vida hecha y ser feliz.

Samanta seco las lágrimas de sus ojos. Trago duro con la intensión de disolver el nudo de nervios y emociones que amenazaban con irrumpir lo que decía.

—No quiero servirle a nadie más, no quiero que por mi causa un bando tenga más poder que otro e incline la balanza. Quiero tener una vida en donde pueda cometer miles de errores y remediarlos sin que a nadie le cueste la vida.—

El silencio se hizo presente. Incluso Dios y Lucifer no se esperaban tal respuesta, los demonios y ángeles no gritaron e hicieron exclamaciones en apoyo a sus bandos. Nadie parecía asimilar las palabras de la gran Samanta.

—Quiero hacerme cargo de Samuel, el hijo de Michael— volvió hablar Samanta, no sé había olvidado del pequeño. Ahora más que nunca lo cuidaría con su vida, era lo único que le quedaba de su amigo — aunque sea nesfilim yo puedo criarlo hasta que sea mayor y le toque elegir. Solo quiero empezar una vida normal donde Samuel este conmigo, por favor.

Lo ultimo lo dijo como suplica. Tal vez pedía demasiado, tenia miedo de haberse excedido.

—¿Estás segura de que deseas eso?— cuestionó Dios.

—Sí, señor — asintió convencida.

Dios relajo sus facciones y la mira de una manera diferente.

—Para tener todo lo que deseas. Debes considerar que ángel y demonio ya no puedes ser, pues si eliges alguno, de una forma u otra estarás decidiendo pertenecer a un bando —

—¿Entonces que debo hacer? — preguntó incrédula.

—Humana....—

La voz dura y fría de Lucifer hace eco.

Samanta agacha la cabeza, para cumplir con sus objetivos debía ser ¿humana?.
Ahora esto se convertía en otro tema. Un tema que claramente debía pensarlo mejor.