Capitulo 4

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<<Dos caminos divergían en un bosque y yo tomé el menos transitado; esa fue toda la diferencia.>>
-Robert Frost

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Samanta se encontraba sentada en el salón junto a los demás esperando la llegada de Lucifer. Ayer a la noche como había dicho El Guardián del pergamino, recibió la invitación dorada convocando a que asistiera a la reunión que se llevaría a cabo a las ochocientas horas (8:00hs AM).

-Empieza la sesión- Lucifer apareció de la nada asustando a los presentes.
Samanta bajo la cabeza decidida a no verlo, en este momento él no llevaba su aspecto de Ángel de gran belleza si no la de una bestia alada con grandes garras que te hacia erizar la piel, hasta su voz no sonaba suave si no áspera y tosca. El ambiente estaba invadido de olor azufre, cada uno de los demonios le temía muchísimo a Lucifer en estas situaciones, por que demostraba en su apariencia maldad pura, así que mejor era ser dócil ante él para no tener problemas.

-Los he convocado para avisarles de que tienen un deber que realizar- hablo lucifer- se que se ha estado corriendo un rumor de que hay Nesfilim sin bando, debo decirles que es verdad, es por eso que ustedes como los mas fuertes de mi circulo tienen que buscarlos y traerlos ante mi.

-Como ordene señor- dijeron todos a la vez.

-Deben tratar de convencerlos por las buenas en aceptar nuestro bando y si ustedes ven que no desean hacerlo pues los traerán por las malas a ver si entienden mejor.

-Si señor- volvieron aceptar menos Samanta, no le agradaba para nada la idea de imponer obligación en los nesfilim.

-¿Alguna pregunta?

Samanta no pudo callar y levanto la mano.

-Samanta- autorizo Lucifer a que hablara.

Ella esquivo su mirada como lo estaba haciendo desde el comienzo de la reunión.

-No comparto la idea de obligarlos hacer algo que no quieran- Dijo con voz neutra- no soy nadie para interponer me en sus decisiones, por algo existe el libre albedrío.

Ningún demonio hablo, todos sabían que desobedecer una orden de Lucifer era tu fin.

-¿No vas a obedecerme?- pregunto, su voz demostraba odio puro.

-En obligarlos aceptar algo que no quieren, no señor.

Samanta sentía que el corazón le iba salir del pecho, sentía miedo, ya se estaba arrepintiendo de abrir su gran bocota, pero ya no había vuelta atrás.

Se escucho como las garras de Lucifer se asentaban en el suelo, él se dirigía a paso lento hacia Samanta, cuando estuvo frente de ella paro.

-¿No vas obedecerme?- repitió la pregunta.

-No - respondió Samanta sin verle la cara.

-Quiero que me mires cuando te hablo - escupió lucifer.

Samanta sin embargo no levantó la mirada.

-No lo repetiré de vuelta- gruño como un perro.

En sus millones de años ella nunca había desobedecido una orden ni temido a Lucifer, ahora solo sentía pánico. Se armo de valor y levanto la mirada, pudo ver como Lucifer se había transformado en una bestia a un mas siniestra a la que recién estaba, el olor azufre que emanaba le revolvía el estomago a Samanta dándole inmensas ganas de vomitar.

La Reina Del Infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora