Capítulo 23

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<<Un hombre puede ser feliz con cualquier mujer siempre que no la ame>>
                          -Oscar Wilde.

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-¿Entonces al final se decidieron por seguir al creador?- pregunto Miguel perdiendo los estribos.

-Queremos aclarar que aceptamos su bando en forma de pago a Samanta- aclararon los tres- ella nos salvo la vida en una oportunidad. También sabemos que después de esto sera nuestra perdición; Lucifer sabrá nuestra traición.

-Por eso no se hagáis problema. Cuando inicie la guerra nadie le importara que decidieron o no elegir- asentó Miguel.

-Espero que sea así, terminamos la reunión.

Miguel asintió y abandonó su tienda. Mientras caminaba no pudo evitar pensar en todo lo que estaba en juego; por ahora las cosas salían bien. Dios ya tenía nuevos aliados y por lo tanto la balanza seguiría estando en su punto.

Por otro lado, él había cometido una enorme estupidez en confesarle sus sentimientos a Samanta. Pero ya no aguantaba tener ese secreto guardado por tanto tiempo en su interior; es por eso que se había jugado por decirle. Aunque tampoco se puso a pensar detenidamente como le afectaría a ella.

-Miguel- lo llamo la persona quien menos esperaba.

Levanto su mirada encontrándola allí parada tan hermosa como siempre, se golpeo internamente. Dejaría esos pensamientos de lado por si llegara a ocurrir la mera posibilidad de que ella lo mandara a freír espárragos.

-¿Necesitas algo?- dijo cortante.

Odiaba ser así con ella, pero si no había mas opción eso haría.

-Solamente...quería saber que es lo que te ocurre- las dos perlas verdes que tenia como ojos, se veían apagados.

-No pasa nada. Solamente estoy un poco atareado con asuntos que todavía no puedo solucionar- inquirió Miguel mirando para otra parte.

Quería que se fuera y lo dejara a solas para que pudiera lamentar su mala suerte en silencio.

-¿Necesitas que te ayude?- le sonrió como una niña inocente.

-No.

Miguel la esquivó, ya no soportaría si continuaba comportándose como un verdadero patán. Siendo que lo que había conseguido hace rato con los antiguos era gracias a ella.

-¡Miguel detente!- grito.

Detuvo sus pasos y Samanta lo tomo de la mano. Esa hermosa estática se hacia presente, eran sumamente agradable esa electricidad que sentía, no quería imaginarse lo que seria estar entre sus brazos o un beso en sus labios. Aparto de inmediato la idea.

-¿Que quieres Samanta?

-¡¿Puedes dejar de comportarte de esa manera conmigo?!- se sintió un verdadero imbécil al percatarse de su desesperación y su angustia.

-Vete y dejame solo por favor - murmuro bajando la cabeza Miguel- tu presencia es detestable; eres un puto carma. Ya no te soporto.

No quería levantar su mirada, no era lo suficiente fuerte como para levantar su mirada y notar su descontento. Todo ocurrió tan rápido, sus sentidos se nublaron cuando escucho un pequeño sollozo proveniente de ella.

-¡Samanta espera no!

Sin embargo no lo hizo. Se quedo quieto observando como huía de él, por que ¿Que mas podía decir o hacer? En verdad la había cagado, y todo por sentirse despechado.

Bufo molesto consigo mismo, y se interno en lo profundo del bosque. Desplegó sus majestuosas alas y voló hacia los cielos, el sol abrazador iluminaba su rostro. La brisa chocaba contra él. Esto era lo único que le hacia olvidar sus problemas.

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Corto pero significativo...
Solo queda agradecer, cada vez somos mas y mas...
Besos y si te gusto este capítulo; te invito a dejar estrellita.

La Reina Del Infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora