La Reina Del Infierno.

Capítulo 33

<<Hay escritos que se ocultan mas por delicadeza que por maldad >>
               - Johs Bruxell

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Contaron hasta diez, y en un rápido delis se encontraron tumbados los tres en el medio del salón.

Samanta tosía descontroladamente, sin querer había tragado agua en el trayecto. No se podía explicar con precisión, pero una corriente de agua los arrastro hasta ese lugar.

-Recuerdenmen no hacer esto jamas, hubo un momento en que me falto oxigeno ¡Los lobos somos como los felinos ¡odiamos el agua!- se quejo Cristina mientras hacia un intento fallido por secarse el rostro. 

-¿¡Que queda para mi?! Yo soy un L-E-O-P-A-R-D-O- remarco George con énfasis la ultima palabra.

-¡Yo estoy peor! ¿Quieren que les recuerde ha quien fue que le extrajeron sangre y cortaron con una navaja? ¡Me estoy desangrando viva!- exclamó Samanta en la misma posición.

-Chicos... - escucharon el murmullo del menor.

-Deja de molestar George- lo calló Cristina.

-Pero miren no estamos solos- volvió a replicar.

Al escuchar esas palabras se levantaron de golpe al encontrarse rodeados por una cantidad de nesfilim.

-¿Siempre tienes que hacer alguna de tus entradas verdad Samanta?.

Esta abrió los ojos con sorpresa, y trato de localizarlo con la mirada. Cuando lo reconoció se levanto con rapidez, si no fuera por que Cristina la agarró se habría matado la ropa la tenia por completo empapada.

-¡Michael!- grito abalanzándose hacia él.

Este la tomo y la abrazo de la misma forma.

-¿Que haces aquí?- le preguntó con una sonrisa.

-Te extrañe mucho, y como supuse que tú no me buscarías no me quedo de otra de venir por ti- le dijo Samanta fingiendo enojo.

-¿Y ellos?- señalo Michael a sus compañeros.

-Pero que tonta- se golpeo la cabeza con la palma, se olvido de presentarlos- ellos son George y Cristina hijos legítimos de los antiguos.

-¿Enserio?- salio Jonathan detrás de Michael.

Este se acercó a Cristina y tomo su mano para depositar un sonoro beso en ella.
Samanta no lo culpaba si intentaba coquetearle, su compañera poseía una belleza exótica, morena de ojos grandes  color café dorado.

-Es un gusto conocerla señorita Cristina- la saludo con una sonrisa seductora Jonathan.

-¿Por cuanto tiempo estarán?- interrumpió el momento Michael.

Cristina pese a su carácter fuerte se avergonzó y se acerco mas a George.

-La verdad no lo sabemos ¡No le preguntamos a Leyna como volver!

-¿Leyna?- pregunto esta vez Mick que había estado presenciando la escena en silencio.

Iba a responderle cuando sintió frío en su cuerpo, se abrazo así misma.

-¿Te ocurre algo Samanta?

-¡Su muñeca!....

De pronto todo a su alrededor se fue oscureciendo, dejando las voces atrás.

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La cabeza le explotaba, todavía podía sentir el frío atormentando su cuerpo. Se sentía débil hasta para abrir sus párpados.