—Iniciamos en tres, dos, uno ¡Ahora!— Habló el camarógrafo dando aviso a Samanta.
—Señores y Señoras. Nos encontramos en la gran avenida ríos de la ciudad, y como ustedes lo están viendo hoy llueve a cántaros. Tendremos todo el finde semana un clima bastante lluvioso y templado— sonrió a los espectadores que estuvieran viéndola— antes de salir no deben olvidar abrigarse, y si es posible resguardarse en sus hogares pues el agua va rebalsar los cuatrocientos milímetros. Las calles se volverán muy peligrosas.
Samanta tomo con fuerza su paraguas, con el suficiente cuidado para no empaparse. Como meteoróloga del tiempo, debía salir y hacer notas en los diferentes lugares donde el clima fuera peligroso, como ahora.
Constaba con su amigo Dereck como camarógrafo y su ayudante Gloria. Los tres se llovían, con los riesgos rondando, sin embargo ese era su trabajo y por lo tanto debian cumplirlo.—La tormenta viene del este concentrándose en esta región.
A causa de la tala impresionante de árboles que hubo el año pasado en los limites de la región, es la principal razón por el cual la inundación ésta avanzando rápidamente— explico sin dejar de sonreír, no debía alterar al publico— los mantendré informados si la situación llega a cambiar. Muchas gracias.—¡Y corte!...— aviso de que ya no estaba en vivo.
Samanta suspiro cansada había sido un duro día, sin mencionar que su marido e hijo la esperaban para cenar en un restaurante como lo hacían cada viernes.
—¡Lo que daría por una café! — exclamo Gloria. Tratando de limpiar el lodo viscoso de sus botas especiales para la lluvia.
—Adicta, llevas seis cafés ¿No crees que ya es suficiente? — rodó los ojos Dereck. Mientras guardaba la cámara y enroscaba los cables de ésta.
—Aghhs cierra la boca.— gruño en respuesta enojada. Gloria odiaba la lluvia, sin embargo como asistente de Samanta, debía acompañarla a cada lugar que iba.
Samanta soltó una risita graciosa. Siempre iniciaban discusiones sin importar donde estuvieran.
El sonido agudo del timbre de su magullado teléfono, la saco de sus pensamientos. Tenia una manía de siempre perder los celulares en diferentes lugares que visitaba dado el clima o golpearlos hasta que los pobres dejaban de funcionar; sin embargo este era la excepción. Todavía se mantenía con vida.
—Hola, mamá ¿Tardaras mucho?— la voz de su hijo se escuchó del otro lado.
—Ya termine de hacer la nota. Ya voy saliendo para allá ¿Y tú padre?— preguntó mientras caminaba con sus amigos hasta la camioneta blanca.
—Está aquí a mi lado. Solo faltas tú— hablo del otro lado de la linea.
—Llegare en unos minutos. Pidan por mí.
—Bueno, ten mucho cuidado. Te acabamos de ver en televisión, y por lo visto la lluvia se está extendiendo. — le pidió preocupado.
Ella sonrió y negó.
—Descuida. Los amo a ti y a...— no pudo terminar porque la llamada se corto. Comprobó que ocurría y arrugo la frente al ver que la batería de su celular se agotó. Se encogió de hombros, no esperaba otra cosa; después de aguantar un día largo.
Media hora después sus amigos la dejaron en la puerta del lujoso restaurante, luego de hablar en recepción, se dirigió a su mesa. Desde lejos pudo visualizar como su marido reía con su hijo, ambos eran sus tesoros. Después de haber tenido una vida dura, pues sus padres fruto de un accidente fallecieron dejándola a ella como única sobreviviente, siempre penso que un ángel debía cuidarla, hasta los policías y médicos dijeron que era afortunada. ¡Vaya fortuna! Con doce años quedar sola en el mundo.
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La Reina Del Infierno.
ParanormalSamanta un demonio del infierno y la enamoradiza de Lucifer sufre una lucha interna con su yo. Siempre fue despiadada y destructora, es conocida por su decisión tomada ante los ojos de Dios en los primeros días de la humanidad. Después de siglos y...