Entramos en mi habitación para encontrarla completamente vacía. Supongo que a estás horas de la noche Loira debe de haberse ido ya a la cama.
- ¿Cuál es...- No puedo terminar la frase porque la puerta de mi habitación se cierra con un portazo y antes de que me de cuenta los labios de Dante están sobre los míos.
No son besos dulces, ni delicados. Son besos que parecen que pueden devorarme entera y que dejan mis labios palpitantes e hinchados. Las manos de Dante se mueven de abajo a arriba por mi espalda, mientras su lengua se hace paso entres mis labios y se enreda con la mía.
Noto como mi traje se afloja a mi alrededor y escucho la cremallera deslizarse suavemente.
- Dante- jadeo separándome de él.
- Tranquilla, il mio amore- susurra en mi oído, antes de que sus labios comiencen a descender por mi cuello.
Tras unos segundos de besos en el cuello, los ojos de Dante se fijan en los míos mientras desliza mi traje fuera de mi cuerpo y cae a mis pies. Sus calientes manos me rodean la cintura y me atraen hacia él para una nueva cadena de besos que vuelven a dejarme sin aliento.
Siento como soy guiada por la oscura habitación hasta la cama y caigo de espaldas sobre el colchón con Dante sobre mi. Su peso me aplasta de una forma algo incomoda por lo que trato de moverme debajo de él para encontrar una posición lo suficientemente agradable.
- Sei così bella- murmura en mi oído antes de bajar posando besos por cada centímetro de espacio disponible hasta mis labios-. E tu sei tutto mio.
Tras, no se cuantos minutos de besos, decido que esto se nos está yendo de las manos. Ninguno de los dos estamos lo suficientemente lucidos y, aunque Dante tiene veinte años, todavía no es lo suficientemente maduro, al parecer, para tomar la decisión sensata por los dos.
- Será mejor que durmamos o llegarás tarde mañana para coger el avión- logro decir mientras empujo su pecho lejos de mi.
Dante se deja caer a mi lado entre risas.
- Eres una aguafiestas- declara con su marcado acento italiano.
- Alguno de los dos tiene que serlo- declaro convencida.
Dante se tumba de lado y me observa mientras retuerce uno de mis mechones de pelo entre sus bronceados dedos.
- Podemos hacer una excepción por una vez- murmura con una sonrisa de total seductor.
- No- digo secamente mirandolo de reojo. Su expresión no cambia mientras se acerca a mi de nuevo y pasa su mano por encima de mi plano estómago. Porque sí, obviamente después de quitar el vestido estoy en ropa interior.
- No seas así- murmura entre besos. Puedo notar su sonrisa contra mi cuello.
- Nos estamos reservando para la noche de bodas, ¿recuerdas?- le pregunto girando bruscamente para encararlo-. Es lo acordado- levanto una ceja para desafiarlo.
- Va tutto bene, miele- declara descontento-. Será mejor que me quite la ropa y tratemos de dormir entonces.
Asiento mientras me levanto de la cama y la destapo, mientras Dante se deshace de su traje y lo coloca con cuidados sobre mi silla de escritorio.
Los dos nos hundimos el uno junto al otro en la cama y soy arrastrada por su fuerte brazo hasta estar prácticamente tumbada sobre su pecho, oliendo su caro perfume y escuchando el latido de su corazón junto con su respiración.
- Entonces, tendremos que procurar que la boda suceda pronto- susurra acariciándome la espalda desnuda con las yemas de sus dedos-. Porque yo no quiero esperar.
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La prima de Eadlyn [La heredera/La corona fanfic] TERMINADA
FanfictionArabella Singer es solicitada en palacio por su prima Eadlyn para ayudarla en su Selección. Arabella tiene un único propósito: ayudar a su prima. Pero cuando los sentimientos se interponen... ¿Seguirá la cabeza de Arabella siendo tan objetiva? ¿Cump...