18

287 19 1
                                    

No me detengo ni un momento, mientras las lágrimas brotan de mis ojos y caen por mis mejillas.

- Necesito que te vayas- le digo a Loira con la voz entrecortada.

- Pero, señorita...

- ¡Fuera!- grito con la voz ronca.

La probe Loira da un respingo, asiente con la cabeza y sale de mi habitación. Tiro las revistas encima de mi cama, me quito el anillo de compromiso y lo tiro junto a ellas.Camino hacia el baño y me encierro en él. Me arrodillo junto frente a la taza y vomito todo el almuerzo y supongo que el desayuno.

- ¿Arabella?- preguntan al otro lado de la puerta. Creo que es Erik, pero no tengo las ganas ni las fuerzas necesarias para ver a alguien.

- ¡Vete!- grito, entre sollozos-. ¡Por favor!- añado dándome cuenta de que soy una grosera.

Me levanto del suelo y me cepillo los dientes a fondo mientras las lágrimas siguen derramándose fuera de mis ojos. Me quito la chaqueta y la tiro sobre el lavabo antes de abrir la puerta.

Encuentro a Erik mirándome con preocupación tiñendo su cara. Aspiro una bocanada de aire temblorosa y me llevo las manos a las mejillas para limpiar los surcos de lágrimas.

- ¿Qué he hecho mal?- pregunto, y otra ola de nuevos sollozos y lágrimas me abruman.

- Nada- asegura Erik mientras se acerca a mi y me envuelve en un abrazo.

Apoyo mi cabeza en su pecho y sigo llorando sin control.

- Ese... principe es un tonto- declara mientras toma mi cara con ambas manos y me mira directamente-. No sabe lo que se pierde.

- Va a tener un hijo, Erik. ¿Desde hace cuánto tiempo me engaña?- sollozo-. Vino aquí y se comportó como si no pasará nada. Me mintió a la cara... ¡Dios, me siento tan estúpida!

Doy un paso hacia detrás y las manos de Erik caen. Pero él vuelve a acercarse y me toma de la manos.

- No, no. Tú no eres estúpida. No digas esas cosas. Él es quien tiene la culpa de todo, no tú. Has pasado más horas que nadie estudiando todo lo que se supone que hay que saber para ser una princesa e... incluso convenciéndote a ti misma de que podrías llegar a ser feliz con él, incluso aunque no os conocieseis lo bastante. ¿Quién tiene tanta fe en algo?

- ¿Lo ves?- apunto-. Solo una estúpida haría algo así.

- No- niega con la cabeza, totalmente convencido de que tiene razón-. Solo un estúpido no se daría cuenta de todas las oportunidades que le has dado de demostrar que estaba tan entregado a que saliera bien como tú lo estabas.

- Tengo...- digo separándome de él y dejando libre mis manos-. Tengo que... romper el compromiso. Yo no... no puedo casarme así. Esto rompe todas las reglas. Sobrepasa todos los límites.

Esquivo a Erik y tomo todo el montón de revistas.

- Tengo que hablar con Eadlyn- balbuceo-. Tengo que pedirle que rompa el compromiso.

Camino por los pasillos con paso decidido hasta la puerta de la habitación de Eadlyn. Es ella quien abre la puerta, y no su doncella. Hace una mueca de confusión.

- ¿Qué te pasa, Arabella?- pregunta mientras me deja pasar al interior.

Le entrego el montón de revistas.

- Tienes... tienes que romper... mi compromiso- suplico, sollozando-. No puede seguir en pie. Por favor, Eadlyn.

Eadlyn revisa las portadas de cada una de las revistas y hace muecas de horror y enfado.

La prima de Eadlyn [La heredera/La corona fanfic] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora