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Me levanto para enterarme de que tía America me ha citado en el Salón de Mujeres. Loira me ayuda a prepararme. El lado de la cama estaba vacío cuando me he despertado, supongo que Eikko salió por la mañana temprano para que Loira no lo pillara en mi cama. Si Loira se enteraba y se iba de la lengua sobre el asunto, podría acabar colgada con una cuerda alrededor de mi cuello. 

Aunque creo que eso no va a pasar nunca, siempre tengo un pequeño rastro de dudas, porque hay un mínimo de posibilidades de que pase, queramos o no. Los porcentajes no mienten. El uno por ciento siempre es posible, aunque no hay ninguna estadística que diga que una de cada cien prometidas de príncipes acaban acusadas de traición y son condenadas a la horca. 

En el Salón de Mujeres me encuentro con tía America, tía May, Lucy y Marlee. De hecho, me descolora un poco ver a Marlee llorar sobre el hombro de tía America. 

- Hola- saludo con cautela mientras me acerco a ellas-. ¿Pasa algo? 

- Nada por lo que tú debas preocuparte- me dice tía May mientras me envuelve en un abrazo y me besa las mejillas haciendo un ruido que me atraviesa los tímpanos. 

Ver a la tía May siempre es como beberse un café bien cargado. Ella te llena de energía solo por estar a tu lado. Con su pelo rojo como el fuego y la belleza que más de una modelo desea... es pura perfección, sin intención de serlo. 

Ni siquiera mi madre, exmodelo, puede presumir de una belleza tan natural y duradera. Ni de un estilo tan exquisito. Es como si estar siempre fabulosa no requiriese ningún esfuerzo. 

- Estás preciosa- me dice la tía May, separándome de su cuerpo y deslizando sus ojos por todo mi cuerpo-. Has crecido desde la última vez que te vi- observa con una sonrisa. 

- Gracias. 

Eadlyn entra en el salón y todas nos giramos para mirarla. Marlee sigue llorando al otro lado de la sala. 

- Entiendo que no quieras casarte con él. De veras. Pero, ¿por qué? ¿Por qué? ¿Por qué lo has desterrado? ¿Cómo se supone que voy a vivir sin mis hijos? 

Malee parece estar entre un ataque de llanto y uno de rabia. 

Lo que me preocupa también es lo que refleja mi cara. Estoy segura de que soy la viva imagen de la palabra «desconocimiento» de la palabra «confusión» y de la palabra «fuera de lugar». Todas juntas en una misma mueca. 

- Josie seguirá en palacio- aclara Eadlyn. 

¿Ha desterrado a Kile? ¿Por qué? 

Siento como todo el buen color que tenía esta mañana se va de mi cara. 

- Creo que debería irme- le susurro a tía May, quien está tan enfrascada en la... conversación que no se da cuenta de que me voy. 

Subo las escaleras rapidamente hasta la antigua habitación de Kile. Golpeo la puerta frenéticamente hasta que la abre. Paso al interior empujándolo a un lado. 

- ¡Ey!- se queja. 

- ¿Eadlyn te ha desterrado?- pregunto sin rodeos mientras froto mis manos con nerviosismo. 

- Sí- dice llevándose una mano a la nuca. 

- ¿Por qué?- pregunto, invadiendo su espacio vital. 

Kile levanta sus manos entre nosotros y da un paso atrás. 

- Quiere que lleve a cabo mi sueño- responde. 

- ¿Qué sueño?- pregunto confundida-. ¿Tú tienes sueños? 

- ¿Se supone que eso es una broma?- pregunta confundido. 

La prima de Eadlyn [La heredera/La corona fanfic] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora