22

306 20 2
                                    

ASÍ ES COMO IMAGINO EL ANILLO QUE ERIK LE DA A ARABELLA (ARRIBA) 

Duermo sola y echo de menos a Eikko. No pensé que tras pasar solo... bueno, un montón de horas durmiendo juntos, lo echaría de menos tanto. La cama se siente demasiado grande, vacía y fría sin él. Pero sé que seguramente estará ayudando a Henri con el idioma. Le vendrá bien. 

***

Loira me despierta temprano. Me prepara un baño, me seca el pelo, me lo cepilla hasta que queda suave y sedoso. Escogemos mi ropa del día: unos pantalones muy ajustados blancos, una blusa azul cielo y unos zapatos de tacón negros. Tomo mi agenda de cuero beige y bajo para desayunar. 

Eadlyn no aparece para desayunar, pero todos los demás estamos presentes. Como últimamente me está pasando, la mirada se me desvía hacia Erik. 

- ¿Vas a jugar hoy al tenis conmigo?- pregunta Osten mientras juega con su comida. 

- Sí, claro. Esta tarde si quieres- digo sin saber si quiera si realmente va a poder ser. Espero que sí. Echo de menos jugar al tenis y echo de menos a Osten-. ¿Te apuntas, Kaden?- le pregunto. 

- No creo- responde-. Tengo deberes que hacer y voy a practicar mi duelo de espadas. 

- Tal vez pueda retarte a un duelo- digo levantando las cejas con diversión. 

- ¿En serio?- pregunta asombrado. 

- Eso sería muy guay- asegura Osten con los ojos abiertos de par en par. 

- Veré si puedo ir esta tarde para retarte. 

- Creo que deberíamos de invitar a todos. Incluso a algunos sirvientes si quieren- propone Osten. 

- Pequeño diablillo planificador- digo con cariño mientras le agito el pelo rojo como el fuego. 

Después del desayuno me encuentro con los chicos de La Selección en el salón de hombres. Cuando entro, me los encuentro a todos reunidos alrededor de la televisión. 

Me acerco para ver la imagen en pantalla. 

- Kathy estaba en el lugar de los hechos. Por lo visto, atendió personalmente al joven señor Illéa. ¿Podrías contarnos qué pasó? 

- Bueno, al principio se mostró un poco tímido, como si no quisiera admitir qué quería comprar en realidad. Pero, después de quince minutos merodeando por la joyería, quedó bastante claro qué estaba buscando. 

- ¿Y se decantó por algún anillo en especial? 

- Le mostré al menos doce anillo diferentes, pero ninguno le convencía del todo, así que le ofrecí la posibilidad de diseñar una pieza única. Y ahora que nadie nos oye, le cambió la cara. Espero que vuelva pronto. 

- ¡Pero será...!- La mano de Kile tapa mi boca, aunque sigo hablando bajo ella sin que salga nada que se pueda entender. 

- Arabella- me advierte en el oído-. Estoy seguro que no quieres decir nada que no te dejarían decir en la iglesia. 

Me doy por vencida poniendo los ojos en blanco. 

- Sabía que ese...- Me detengo cuando veo a Kile estar a punto de volver a taparme la boca-. Ese... intruso- espeto-. ¡Dios! Antes muerta a dejar que se case con Eadlyn. 

- Ahora sé que mientes- apunta Kile-. ¿Puedes decirnos algo sobre esto? 

- No lo sé- digo con derrota-. Sé casi lo mismo que vosotros. Lo que tenemos claro es que todo esto es para ser rey, no por Eadlyn- digo enfurecida. 

La prima de Eadlyn [La heredera/La corona fanfic] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora