La prima de Eadlyn [La heredera/La corona fanfic] TERMINADA

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Eadlyn me ha comunicado que puedo pasar el Report sentada en la zona del público. Lo cual es el alivio más grande en este momento. Tener una pierna vendada y tener que estar ante la cámara durante el Report, no daría la mejor imagen de mi. 

Para el Report de esta noche he elegido unos pantalones Palazzo blancos, porque ocultan a la perfección las vendas, y una blusa negra metida por dentro de los pantalones. 

Hago mi entrada en el estudio y procuro no entorpecer a todo el mundo que está pululado por el lugar. En seguida, se acerca una de las ayudantes que organizan el Report y me guía hasta mi asiento junto a Josie entre el público. 

- Oh- suelta ella cuando me ve sentada a su lado. Baja la mirada, descaradamente, hasta mi pierna y sonríe-. Has tapado muy bien las vendas- me felicita y después comienza a reírse.

Mi expresión refleja algo así como... disgusto. ¿A qué viene esa frase? No necesito la aprobación de una niña de 15 años. Alguien la manda a callar y yo giro la cabeza hacia el lado contrario al suyo mientras ahogo una risa. Por fin alguien le cierra el pico. 

Lo paso bien durante el Report, incluso si no participo en él de forma directa. Además, el tema que están tratando es de lo más importante por lo que comienzo a tomar notas mentales de cada seleccionado que responde a las preguntas. Según Henri, un príncipe debe cumplir varias funciones. Si aplicamos eso a mi, futura princesa de Italia, significa que tengo que convertirme en: esposa, asesora, amiga... Y ser una payasa de vez en cuando. Puedo ser esposa, por matrimonio, y asesora porque será mi nuevo trabajo. Pero lograr ser... amiga, va a ser mucho más difícil si no lo llego a conocer. 

-... Por su parte Jack y Burke hablaban mi idioma con perfecta fluidez y se comportaron como seres mezquinos y desagradecidos- termina Eadlyn, lo cual es lo que me desvía de mi pensamiento. 

- Sí, todos hemos leído en los periódicos lo que pasó con Burke y, si me permite decirlo, me alegro de que saliera intacta de aquella horrible pelea- le dice Gavril. 

- Sí, pero mi prima, Arabella Singer, no corrió la misma suerte- comenta Eadlyn. Me muevo incómoda en la silla por la mención de mi nombre. 

Gavril enseguida me localiza entre el público. Le lanzo una mirada de suplica a Eadlyn, pero ella ya no puede hacer nada. 

- Tengo entendido que, señorita Singer, usted trató de detener la pelea- comenta Gavril mirándome directamente. 

- Sí, pero me gustaría añadir que no fui la única- respondo con calma-. Sólo soy la que ha salido peor parada. 

- ¿Se está recuperando bien?

- Sí, gracias a la profesionalidad de los doctores y enfermeras, y a la gran ayuda que me está proporcionando el personal de palacio- respondo con una sonrisa. 

- Esperemos que finalice su recuperación lo antes posible- finaliza conmigo, para volver a hablar con Eadlyn. 

Prueba superada. 

Por la mañana bajo a desayunar junto a todos los demás. El ambiente está mucho más calmado y no puedo dejar de percatarme de la felicidad efusiva de Henri. ¿Qué lo hace tan feliz? 

Me como mi cuenco lleno de un montón de frutas cortadas en taquitos, siempre usando un tenedor, y un zumo recién exprimido. Me encanta el té con miel, pero eso solo lo bebo cuando estoy sola. 

- Eadlyn- susurro inclinándome hacia ella-. ¿Por qué está Henri tan contento?- pregunto con curiosidad. 

- Em...-. Se queda atascada ahí. 

- Sabes que estoy aquí para ayudarte, ¿verdad? Para eso me llamaste- le recuerdo con una sonrisa de suficiencia. 

- Ufff- suspira-. Tuve una especie de encuentro con Henri anoche, en las cocinas.