Capítulo 37

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Escuchar aquel nombre salir de la boca de Daniel hizo que una gran cantidad de sentimientos contradictorios se instalaran en el pecho de Alicia. Sabía de quién se trataba, Daniel le había contado acerca de ella. Giró su rostro hacia él y noto como ambos se miraban fijo, haciéndole sentirse pequeña e incluso invisible.

—Hola —dijo Sabrina dirigiendo luego su mirada hacia el resto de la mesa—. Diego, Daiana ¿Cómo están?

—Estábamos perfecto hasta hace un rato —murmuro Dai por lo bajo.

—Muy bien ¿Vos? Hace mucho que no te veíamos —dijo Diego pegándole disimuladamente un punta pie a su hermana por debajo de la mesa.

Daniel permanecía callado, se encontraba asombrado por su presencia allí ya que la hacía en Europa. Cuando se separaron un amigo en común le había dicho que se había ido a hacer un posgrado en el exterior, pero no se preocupo por averiguar mucho más. Se veía distinta, seguía siendo una hermosa mujer pero se veía más madura, más sofisticada.

—Muy bien por suerte. Sí, estoy viviendo en Londres hace tres años pero ahora estoy de vacaciones en el trabajo así que aproveche para venir a visitar a mi familia.

—Bueno, espero que disfrutes de tus vacaciones.

—Gracias. 

Sabrina volvió a centrar su mirada en Daniel y se percato de la chica que estaba a su lado, quien ahora miraba su vaso vacío como si fuese la cosa más interesante del mundo.

—Bueno, los dejo, no quiero interrumpir su noche. Nos estamos viendo, quizás.

Sonrió y luego se dio media vuelta alejándose de la mesa, dejando a todos sumidos en sus pensamientos.

—¿Quién era? —preguntó de pronto Julián.

Dai le pegó un codazo al tiempo que abría los ojos como platos al igual que Diego y Silvana.

—Si me disculpan, voy al baño —dijo Alicia poniéndose de pie.

—Te acompaño —dijo Dai.

Daiana le echo una mirada a su hermano antes de seguirle los pasos a Alicia. Daniel observo como ambas se alejaban sintiéndose un tanto perdido.

—¿Estás bien? —preguntó Diego.

—Sí, solo... me tomo por sorpresa.

—¿Alicia sabía quién era?

—Sí, le hable sobre ella.

—Me parece que tendrías que charlar de nuevo con ella, obviamente le afecto su presencia o más bien tu reacción.

—¿Qué reacción?

—Te quedaste mudo y embobado mirándola.

—Eso no es cierto.

—Es verdad —dijo Silvana.

—Solo me sorprendí, jamás me hubiera esperado encontrarla acá. Pero no es lo que piensan, ella no me afecta de ese modo. Ya no.

—Muy bien, entonces acláraselo a ella, porque estoy seguro que en este momento está pensando todo lo contrario.

Daniel bufó, no quería dar explicaciones sobre algo que no existía, pero tampoco quería que Alicia tuviera una idea errónea acerca de sus sentimientos hacia Sabrina. Los cuales claramente no existían, ya hacía tiempo que ni siquiera pensaba en ella.

Alicia salió del baño y se encontró con Dai frente a los lavabos. Intento esbozar una sonrisa intentando ocultar todos aquellos sentimientos que la estaban perturbando en su interior. Era evidente que Daniel se había visto afectado por la aparición de Sabrina, de hecho, se la había quedado observando embobado.

Como mariposa en Primavera SIN EDITAR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora