El viernes llegó pronto, la semana había pasado volando para Alicia. Salvo el lunes, Daniel la había ido a buscar el resto de los días a la salida del trabajo. El martes habían ido a cenar y le había contado sobre un viaje que tenía que hacer a fin de mes a Londres. No le había pasado desapercibido el hecho de que en aquella ciudad vivía su ex, pero era solo una coincidencia. Una no muy feliz.
Este día Daniel no la recogería a la salida pero la pasaría a buscar más tarde para ir a tomar algo. Alicia termino de tomar su té y se fue a buscar su abrigo para poder marcharse. Se despidió de todos en el café y salió a la calle con el abrigo en la mano, la tarde estaba más templada que la mañana y no sintió frío.
Solo alcanzó a dar algunos pasos cuando la voz de alguien la detuvo. Se dio vuelta y se encontró con su amigo Germán apoyado en la puerta de su auto.
—Hola Ger —dijo ella con una sonrisa sincera mientras se acercaba a él.
—Hola Ali. ¿Todo bien?
—Sí, todo bien. ¿Vos?
—Todo bien por suerte.
—¿Qué haces por acá?
—Tuve que reunirme con alguien por acá cerca y aproveche para pasar a saludarte. ¿Vas para tu casa?
—Sí.
—¿Puedo llevarte?
—¿Por qué lo preguntas?
—No sé, quizás tu novio te va a pasar a buscar o quizás se ponga celoso si se entera que te llevé yo.
—No me va a pasar a buscar y tampoco se va a poner celoso porque vos me lleves.
—A mi me pareció bastante celoso el día de mi cumpleaños.
—Bueno, quizás sea un poco celoso —admitió Alicia con una sonrisa tímida—. Pero no te preocupes, nada va a pasar. ¿Vamos?
Ambos subieron al auto y tomaron rumbo al edificio de Alicia.
—¿Te gustaría ir a tomar un café por ahí?
—Perdón, pero quedé en salir con Daniel y tengo que prepararme —Germán no disimuló su desanimo, cosa que Alicia noto de inmediato—. Pero si queres podemos tomar ese café en casa.
—Acepto —dijo Germán nuevamente sonriente.
Llegaron al piso que Ali y Ana compartían en cuestión de minutos. Al entrar, Alicia dejó su abrigo y su morral en el perchero y caminó rumbo a la cocina mientras se descalzaba en el camino.
—¿Un café o un té?
—Café por favor.
Alicia preparó un café para Germán y ella se sirvió un vaso de jugo. Puso unas galletitas en un plato y llevo todo al comedor donde Germán la esperaba sentado en el sillón.
—¿Vos no tomas café?
—Trabajo en una cafetería, a veces necesito tomar otra cosa que no sea café.
—Me imagino.
—Y contame. ¿Alguna novedad?
—No, todo igual que siempre. ¿Vos?
—Igual. Ah espera, te tengo que mostrar algo.
Alicia salió en búsqueda de la cámara y volvió al comedor. El día anterior, Daniel la había llevado a comprar unos rollos y una funda que él insistió en pagar. Por más que se rehusó, terminó por aceptar que le regalara la funda, pero los rollos los pago ella.
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Como mariposa en Primavera SIN EDITAR
RomanceAlicia era distinta. Daniel era uno más del montón. Hasta que la conoció. No está loco quien mira el mundo con otros ojos, loco esta quien no sabe apreciarlo. Todos los derechos reservados. Obra protegida por el Derecho de Autor DNDA (Direccion Na...