10. ESTO NO ES REAL

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Cojo el coche a toda prisa, y me estaciono en mi plaza de garaje de la Central. Esto es demasiado. Mi cuerpo no sabe cómo expresarse, y yo no sé cómo sentirme. Por una parte, mis esperanzas han dado un subidón, y mi corazón bombea rápidamente al pensar en la voz de Abby.

Está viva.

Pero por otra parte, la más grande, estoy furioso, enfadado con todos, ¿acaso nadie se dio cuenta de que el maldito Robert era el Gran Jefe? ¡Hijo de puta! ¡Es su sobrina! No tiene corazón, y todo lo que le han hecho, y le estarán haciendo, y él seguramente se sienta delante para observar cómo le hacen daño, o peor, se lo hará él.

La sangre me hierve solo de pensar en que él la pueda tocar, la pueda dañar. Cuando yo estuve a su lado, lo conocí, y fue amable con nosotros. ¡Esto no puede ser real! Confiamos en él. Es o era de la familia, ya que a partir de ahora, solo me dedicaré a destruirlo, con mis propias manos.

—Sé quién es el Gran Jefe —digo con voz dura cuando las puertas del ascensor de abren, mis manos se convierten en puños a mi lado—. ¡Lo tuvimos al lado todo el tiempo! ¡Maldita sea, Jack!

Todos se quedan quietos, en silencio, y se dan la vuelta para mirarme, rojo, lleno de ira. ¡Esto es una pesadilla! Jack y Matt se acercan rápidamente a mí, y Susan, en cuanto me ve, me mira con el ceño fruncido.

—Nos la tenía jugada des del principio, todo fue un plan, él lo tenía ya todo planeado des de que se presentó en casa de Abby...—miro a un lado, sin ser capaz de poder decirle a Jack quién es el Gran Jefe, le destrozará.

— ¿Cómo? —pregunta confuso—. ¿Él estuvo con nosotros todo el tiempo? ¿Nos tenía vigilados? ¿¡Se metió en nuestra casa y nosotros no nos dimos cuenta de qué era él?!

Subo la mirada, y fijo los ojos en los suyos, tiene las arrugas marcadas alrededor de ellos, y su vena de la frente parece a punto de explotar. Está enfadado, muy enfadado. Asiento, y dejo salir un bufido. Se acerca un paso hacia mí, y me mira fijamente, sin apartar la mirada, ni pestañear.

— ¿Cómo lo has averiguado?, y lo más importante, ¿quién es el cabrón que tiene capturada a mi hija? —me pregunta impotente, como si fuera una orden.

—Me ha llamado Abby.

Él relaja los músculos, y se queda quieto, sin moverse. Empieza a pestañear y entrecierra los ojos lentamente, cómo si no creyera lo que le estoy diciendo.

—Cogió algún móvil mientras intentaba huir, me ha dicho que lo ha intentado más de 9 veces, pero que él le ha puesto dos guardias en la puerta, dice que cree que está bajo tierra, hay muy poca luz. Pero cuando estábamos hablando —susurro tragando saliva, sin querer recordar los golpes, y cierro los ojos—, la descubrieron, y sentí unos golpes, como si fueran dirigidos hacia ella, y en el último momento, me gritó el nombre del Gran Jefe.

Él, expectante con la historia, traga saliva como segundos antes había hecho yo, y me da una señal con la cabeza, para que continúe, para que le diga el nombre.

—Es tu hermano, Jack.

— ¿Cómo? —dice entrecortándose—. No, no, no, es imposible. Él nunca haría algo así...—se queda pensando en algo, como si lo hubiera hecho reflexionar—, a menos qué...él de verdad sea el Gran Jefe y por eso ha venido de nuevo a mi vida, descubriendo que yo tenía una hija. Y quiera vengarse por matar a su socio.

De repente, sus manos también se convierten en puños, y empieza a maldecir por doquier a su hermano.

—Poned una patrulla a su casa. La tendremos vigilada día y noche, registrad sus llamadas y mensajes, ¡registradlo todo! —grita andando hacia la Gran Sala donde se han quedado todos quietos escuchando, pero cuando oyen su orden en seguida se ponen a teclear de nuevo—. ¡Quiero a ese maldito hijo de puta detrás de las rejas para toda su asquerosa vida!

Amor Robado [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora