— ¡Abby! —grito cuando la veo a unos metros de mí—. Oh dios.
Las lágrimas resbalan sin control por mis mejillas, porque está vez es real. Después de 7 meses la tengo delante de mí, y aunque no parezca ella, sé que lo es. No por su aspecto, y mucho menos por sus ojos rojos, y cómo dijo una vez Robert, sin brillo en ellos. Lo sé por cómo pronuncia mi nombre, tan delicado en sus labios, tan impotente en su corazón. Cuando me ve, quiere deshacerse de los malditos brazos del imbécil que la detiene a acercarse a mí de nuevo, y de echarse en mis brazos, que gritan de dolor al no poder envolverse en el cuerpo de ella.
—Jake...—dice ella, sin poder creer que sea yo quien está ahí—. ¡Vigila!
Me giro a tiempo a que uno de ellos me dé un derechazo en la mejilla, le sujeto el puño con mi mano, y haciendo fuerza, se la retiro, me intenta dar otro y lo esquivo con facilidad. Le doy con mi puño en el rostro, dejándolo inconsciente. Cuando me giro para luchar con el que tiene Abby encima, los veo alejándose, él tapándole la boca y ella con los ojos llorosos.
De repente me rodean como 20 tíos con armas, sin poder hacer nada para defenderme. Uno de ellos, la desbloquea, y sitúa el dedo en el gatillo para apretarlo. Lo último que siento, es el grito ensordecedor de Abby haciendo eco en todo el espacio.
4 días y 13 horas antes
—Sí, Matt está bien, bueno —susurra con impaciencia Marly—. Últimamente no nos vemos mucho, está siempre trabajando —ella deja ir un suspiro de sus labios y deja una pequeña pausa—. Te echamos de menos, Jake.
Mi mirada se cruza con la de Bright, y ella me mira preguntando si todo está bien, yo asiento, y me voy a fuera al jardín. Necesito un respiro. He pasado 5 días encerrado aquí dentro. Faltan 4 días y ni siquiera sé si soy capaz de volver y ver que ella no está esperándome en casa.
—Lo sé, Marly. Volveré pronto.
—Será mejor así. ¿Tú cómo estás?
Dejo salir un suspiro de mis labios, y me revuelvo el pelo con la mano.
—Intento estar bien.
—Eso espero —dice ella—. Tengo que colgar. Dale recuerdos a Bright de mi parte. Adiós Jake.
—Cuídate. Adiós.
Colgamos a la vez, y entro de nuevo en casa. Cuando estoy a unos metros de la cocina oigo a Daisy hablar de Abby, lo que hace pararme en seco y quedarme detrás de la pared.
— ¿Cuándo volverá tita Abby, mamá?
—Cuando acabe los exámenes de la universidad, cariño.
—Vale, espero que le salgan bien.
—Y yo —dice Bright, notando como lo dice en otro sentido.
Entro tomándolas por sorpresa y me siento en una silla delante de ellas.
—Hoy me iré a casa.
Ellas me miran las dos de la misma manera, con la boca abierta. Daisy empieza a negar con la cabeza.
—No quiero que te vayas, tito.
—Y yo no me quiero ir, princesa. Pero tengo que hacerlo, tengo que trabajar.
Ella se levanta y corre hacia mí para abrazarme, la cojo en brazos, y la subo a mis piernas.
—Saluda a Abby por mí, por favor.
—Lo haré.
Bright también se levanta y me abraza.
—Encuéntrala —susurra ella—. Te quiero.
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Amor Robado [#2]
Action''Tranquilo, aún está viva, pero no le queda mucha vida que digamos. Los ojos ya no le brillan como le brillaban antes, ahora su piel es pálida y fría como el hielo, ya no sonríe, ya no llora... ¿Sabes porque ya no llora, Jake? Por qué cuando alguie...