8

74 10 0
                                    

Capítulo 8: Maxon en sus Calvins

Xavier y Lucas durmieron camino al internado. En el taxi, me refiero. Durmieron, ¿entienden eso? ¡Podrían haber dormido en el hotel! Pero, no, no, el taxi es más cómodo. Aunque se veían lindos dormidos, sus facetas de malos completamente reemplazadas. Ambos eran muy atractivos, y diferentes.

Lucas, con su pelo rubio y sus ojos celestes, tenía pinta de rudo cuando estaba despierto, pero ahora parecía un pequeño ángel. Por otro lado, Xavier seguía pareciendo medio rudo dormido, con su pelo oscuro todo revuelto.

-Llegamos, señorita... ¿Podría..., por favor..., sacarme una foto con usted? Verá, soy un gran seguidor de su familia y...

-Por supuesto -lo corté.

El hombre sonrió y sacó su cámara de fotos. Me bajé del auto y fui a su lado, agarré el dispositivo y nos saqué una buena selfie.

-Tenga -dije, entregándole la cámara y el dinero por el viaje. -Quédese con el cambio.

-Muchas gracias.

Asentí y volví al asiento trasero para despertar a ese par de dormilones.

-¡A ver si se levantan! -les grité, bien fuerte, en el oído.

-¡Adelaida, qué haces! -gritó Lucas.

-¡Pueden no gritar! -exclamó Xavier.

Riéndome a carcajadas, y con un video de lo ocurrido, entré al internado, seguida de dos malhumorados que trataban de matarme con su mirada.

Todo el internado, principalmente las chicas, cuchicheaban y me señalaban, sin yo tener idea del por qué. Aunque, claro, esperaba enterarme pronto. No creo que podría haber aguantado tanto con ellas señalándome. ¿Es qué tenía algo en la cara? Ya había comprobado cientos de veces que no, pero me sentía pequeña con todas observándome. Para colmo, los chicos me habían abandonado y andaba sola. Dí con mi edificio y subí hasta la planta 20.

Una reunión estaba teniendo lugar en mi piso, al parecer, y no había sido invitada. Claro, podría ser de alguien a quien yo no conociera, pero aún así, ¡soy su vecina! ¡Al menos que se callen!

Di vueltas en mi cama y, cuando decidí que ese ruido era mucho para mí, salí de mi habitación y de mi ph. En el pasillo la música y las conversaciones se oían cada vez más fuertes pero, haciendo un gran esfuerzo, las ignoré y bajé al lobby.

-¿Adelaida? ¿No deberías estar en la fiesta del piso 20? -preguntó Amber, la chica con la que me había cruzado una vez en el ascensor, y me había guiado a la cafetería.

-No fui invitada -respondí, un poco avergonzada.

-¿Pero..., no es tu primo quien la organiza? ¿No te invitó?

-¿Mi primo? -pregunté, sin estar segura de lo que acababa de escuchar.

-¡Si! ¡Maxon D'Angeles! ¿No es tu primo? Él dijo que lo era.

-Si -afirmé, -es mi primo, y, si, antes de que preguntes, sabía que él venía aquí, nos vimos más temprano. De hecho, íbamos a venir juntos pero eran como las once de la mañana y preferí dormir... A lo que iba, no sabía que iba a lanzar una fiesta hoy, no me había comentado nada.

-Bueno... En principio, no iba a hacerlo. Pero Regina insistió. Es en el ph de ella la fiesta, debido a que tu primo pensaba que no te iba a gustar que lo haga en el tuyo.

-Um, bueno -asentí, no muy segura de cómo ella sabía tanto y yo nada. -¿Vienes?

-¿A la fiesta? -preguntó, abriendo bien los ojos. -No..., no estoy invitada.

Internado Grimore (Adelaida D'Angeles 1) -Editando-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora