"Los cuentos de hadas están buenísimos, pero esto es la vida real."
Adelaida D'Angeles es la chica nueva del internado Grimore. A parte de ser su primera vez en un colegio, la chica nunca estuvo más de una semana lejos de casa. A los 16 años, la jov...
Desperté con una sonrisa y salí con Drake a cabalgar. Comimos fuera, en un lindo restaurante, y luego nos despedimos. Volví a casa para bañarme y comenzar a arreglarme.
Me maquillaron y peinaron, y estaba lista para ponerme el vestido. Amaba el vestido. Era de la diseñadora Sherri Hill, blanco y largo hasta el suelo. Era straples, con escote corazón y encaje. Tenía un cinturón de diamantes y le agregué un collar del mismo material de varias vueltas. Me puse anillos que combinaban y unos tacos aguja blancos. Admiré el resultado en el espejo. Con el cabello levantado, parecía salvaje. Y, al mismo tiempo, estaba completamente impecable.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Salí de la habitación y opté por las escaleras, sólo por qué le daba un sentido más dramático. La fiesta había comenzado hace una hora y ya todos estaban allí, por lo que con mi familia haríamos nuestra entrada. Mi papá llevaba un traje gris impecable. El vestido de mi madre reflejaba elegancia pura, y mi hermanita era la niña más bella. Juntos, entramos al salón por la puerta especial para nosotros.
Todos se giraron a vernos y había un reflector sobre nosotros. Sonaron muchos aplausos y sonreí de medio lado. Encontré a mis amigas con la mirada y estaban más que fabulosas. ¡Éramos re squad-goals! En cuanto el saludo terminó, caminé a su encuentro, saludando a todos en el camino. Pero, cuando estaba a sólo dos metros de ellas, un chico me abrazó.
-¡Estás bellísima! Es decir, lo eres, ¡pero hoy...! Te luciste, Ade.
Lo abracé fuerte y le agradecí, para mirarlo. Él también estaba muy guapo.
-Tu también estás guapísimo. Por cierto, iba a ir con mis amigas, ¿te vienes?
Asintió, tomándome de la mano. Entrelacé nuestros dedos y lo guié hacia ellas, quienes no se perdieron del detalle. Tras saludos y elogios, los presenté.
-Chicas, él es Drake Chawford. Drake, ellas son Regina, Chelsey y Britannia.
Se saludaron y mi amigo soltó mi mano para pasar su brazo por mi cintura.
-¿Bailamos? -preguntó y asentí, despidiéndome de las chicas.
-¡Chicos, hola!
Saludamos al resto de mi familia y a mis abuelos, que claramente habían venido. Observé con recelo a la prensa, que tampoco se había perdido del evento. Luego escribirían algo despectivo sobre mi, o aunque sea algo "bueno", lo odiaba. No me gustaba que comenten sobre mi vida o escandalicen o inventen cosas que, en realidad, nunca sucedieron. Por ejemplo, creen, al igual que mis padres, que Drake y yo estamos saliendo. Entonces, cuando en serio salimos con alguien, porque vaya que lo hemos hecho, escriben cosas despectivas como que nos estamos «cuerneando», es decir, engañando, o que lo hacemos para darle celos al otro. Y no. Nada que ver.
