Internado Grimore (Adelaida D'Angeles 1) -Editando-

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Capítulo 24: Kevin me tocó el trasero

-¡Wow, eso es una buena reconciliación! -exclamó el reportero, devolviéndome a la realidad.

Me separé lentamente de Lucas y, antes de cometer cualquier otra estupidez, salí corriendo.

•••

-¡Vamos, amiga! Gastaste miles de dólares en ese precioso vestido, tienes que salir a mostrarlo -dijo Bri.

-¡La gente ya lo vio! -grité desde mi lado de la puerta.

-¿Lai? Soy yo, Liz. Vamos, sal, hace mil que no te veo.

-¿Liz? -pregunté, abriendo la puerta y saltando a los brazos de la chica. -¡No puedo creerlo! ¿Qué no estabas en Australia? ¡Te extrañé!

-¡Yo también! Volví ayer a la noche, te llamé pero tus papás dijeron que estabas en un internado, ¿eso es cierto?

-Si, lo es. Hola, soy Britannia -saludó mi amiga.

-¡Hola! Soy Lizbeth, la mejor amiga de Lai. ¿Vos vas con ella al internado?

-Sip...

-¡Alto! Ya sé quién sos, ¡eres la cita de Drake! Ay, ese chico cada vez está más guapo.

-¿Está Jaime? -pregunté, tratando de sacar la tensión del ambiente.

-¡Está en Suecia! Una pena, yo también lo extraño millones.

-Escuché que Leila estaba en Alemania... ¿o era Bélgica? y que volvería pronto.

-¡Volvió conmigo! Verás, estuvo en Alemania un par de meses y luego se fue para Australia, donde nos encontramos y al enterarnos de la fiesta de hoy decidimos volver por éste finde.

-¡¿Dónde está?! ¡Tengo que verla ya! -exclamé.

Giré para decirle a Bri quienes eran estas personas pero no la vi por ningún lado, ¡que raro!

-Ven, estaba afuera la última vez que la vi. Tremendo espectáculo el de antes, ¿quién era ese chico?

-No quiero hablar de eso ahora, luego te cuento todo -contesté, apurando el paso.

-¡Alto! -exclamó y me giré. -¿Eso fue real?

Bajé la vista y seguí de largo, lo que se lo confirmó. Tomó de mi brazo y siguió caminando conmigo sin hacer más preguntas, cosa que agradecí profundamente.

Verán, en el mundo del espectáculo, a veces te ves "obligada" a mentir o fingir escenas por la prensa. Entre nosotras habíamos fingido una pelea una vez y recibido dos fiestas de nuestros padres en recompensa. Me refiero a fiestas de las buenas, no a una como en la que estoy ahora mismo.

-¡Ahí esta Lei con...! ¡Oh, no!

Leila estaba hablando con Lucas. No pensaba acercarme. Giré y fui a sentarme a uno de los sillones, haciéndole señas a mi amiga diciéndole que la esperaba aquí. Asintió, entendiendo y fue adónde ellos. Hablaron un rato y luego Liz me señaló y una pelirroja corrió hacia mí y me abrazó con fuerza. Devolví el abrazo y, luego de decirnos cuánto nos extrañamos, me contaron de su vida en Australia. Yo les conté como era estar en un internado y las tres sonreímos para las fotos de la prensa.

-¡El reencuentro de las Ls! -exclamó el fotógrafo tras tomar la foto.

-¡Las extrañaba muchísimo! -dije como por décima vez.

Nos decían las Ls porque nuestros tres apodos comenzaban con esa letra: Liz(beth), Lei(la) y (Ade)Lai(da).

-Tu amiga rubia se acerca -advirtió Liz.