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Capítulo 19: Un último beso

El día había acabado. Lucas y yo nos encontrábamos en mi cuarto del internado, comiendo pochoclos y viendo una película. Habíamos visitado mi orfanato, había hablado con todos los chicos y tomado nota de lo que ellos pensaban que había que cambiar. Mañana mi equipo empezaría a hacer los cambios. Ya había contratado a todo un grupo de cocineros expertos en dietas para niños y a un diseñador de interiores para que me ayude a sacarle brillo al lugar. El próximo sábado daría mi si y empezarían a cambiar el lugar físico. Crearían nuevas habitaciones que no parecieran cárceles y el lugar tendría mucho más color.

Pero, ahora, me encontraba viendo la mejor película. Si, chicos, hablaba de The Uninvited.

Lucas pegó un grito a mi lado cuando la niña muerta salió de debajo del horno. Solté una carcajada y lo miré, alzando una ceja.

-¡Es aterradora! -se excusó y reí.

La película terminó y la cara de Lucas era irreemplazable.

-¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! ¡Adelaida, ¿qué es esta película?! ¡¿Qué es ese final?! ¡No entiendo nada!

-A todos nos pasa -dije, acariciándole el pelo.

Era cierto. La primera vez que había mirado esa peli, mi reacción había sido la misma. Y, cada vez que se la mostraba a alguien más, reaccionaban igual. Con sorpresa e incomprensión. No podían creer que, en menos de cinco minutos, todas sus teorías sobre quién había matado a la mamá cambiaran tan rápidamente.

-¿Hacemos la tarea? -pregunté luego de un rato.

Me miró como si estuviera loca.

-¡Sigo en shock! ¡Y es muy tarde!

-¡Pero es para mañana! -Chequeé la hora. -¡Para hoy! -dije, al ver que era la 1.

-¡¿Ya es la una?! -preguntó. -¿Cómo iré a mi cuarto ahora?

Reí.

-Estoy muy segura de que no será ni la primera ni la última vez que vayas tarde.

Suspiró.

-Me atrapaste. ¿Puedo quedarme?

Negué con la cabeza.

-¡Vamos! Sé que quieres que me quede -insistió.

Negué devuelta.

-No, no quiero.

-Soy yo o el señor cosquillas -amenazó, mostrándome sus manos.

Negué y atacó. Reí a carcajadas.

-¡Para! -risas- ¡Para! -más risas- Vamos... Vamos a... ¡Vamos a despertarlos!

-Seguro están muy ocupados haciendo otra cosa como para que los 'despertemos'.

-¡Noo, soltame! -reí. -E...Esta bien, puedes quedarte -reí- ¡puedes quedarte!

-Ay, si tanto quieres, está bien, me quedaré -dijo.

Lo miré haciéndome la enojada y me di vuelta, pero él me abrazó por detrás y no pude no sonreír.

-¿Te cuento algo? -asentí. -Creo que soy más codiciado ahora que antes. Es decir, claro que todas me quieren en sus camas. Pero antes podían tenerme y el hecho de que ahora ya no, las tiene locas.

Rodeé en sus brazos y lo observé.

-¿No te has llevado a ninguna últimamente?

-No desde que me metiste en esto -dijo haciendo contacto visual conmigo, demostrándome que no mentía.

Internado Grimore (Adelaida D'Angeles 1) -Editando-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora