Primer libro de la Duología: Matrimonio Evans.
¿Qué pasa cuando firmas un contrato sin leerlo para que no te despidan? ¿Y qué ocurre si ese contrato consiste en que te casaste con tu Jefe? ¿Y qué pasa cuando tu jefe se convierte en tu marido?
Eso es...
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De mala manera contesto la llamada, fácilmente podría haberla dejado sonar y continuar durmiendo pero si era algo importante después la pagaría muy caro.
Hasta podría llegar a perder mi empleo y no estaba en condiciones para que ocurriera algo como eso.
Más vale prevenir que lamentar.
—¿Hola?— mi voz salió más ronca de lo que hubiera deseado.
¿Esa había sido yo? ¿Esa era mi voz?
—¿Señorita Western?
Se escuchaba confundido, creo que ni yo hubiera reconocido mi propia voz. Se entiende.
Lo dejaremos pasar.
Moví la cabeza en modo de confirmación, de que si era yo la qué hablaba, obviamente.
Idiota, él no te puede ver.
Al parecer todavía sigo dormida, bueno, sólo poquito.
Masajeé mi frente exaspera. —Si soy yo. ¿Qué se le ofrece? Señor Evans.
¿Por qué de todos los empleado que tiene me tenía que molestar a mí? ¿Por qué? ¿Qué le hice?
—Le quería informar que hubo un cambio de planes, el vuelo se adelantó. — ¿qué? Esto no podía ser peor —Sale en media hora, mi chofer irá por usted, espero que ya se encontrará lista.
O tal vez si, además ¿a que se refería? ¿cómo que me encontrará lista?
Apenas le iba a preguntar cuento el muy patán me colgó. Imbécil.
Si cuando me había dicho que era mañana el viaje ya se me había echo complicado el empacar, ahora se me hacia aún más peor.
Salgo dispara de la cama hacia mi armario, sacó una maleta y meto toda la ropa que se cruza en mi camino, tratando de elegir las más presentable.
A la mierda si es presentable o no mi ropa, el quería rapidez, ahí la tiene.
Creo que ya estoy lista.
No, mierda. Bobby.
Agarro al pequeño que se encuentra durmiendo en su camita y salgo de mi departamento para ir a tocar al de al lado. Mi vecino.
Se tarda aproximadamente 5 minutos en abrirme la puerta. Sale con el ceño fruncido y cuando se da cuenta de que soy yo, me fulmina con la mirada.
