Mi Jefe es, Mi Marido | ✓

Capítulo 25: Malas noticias

¡Oh por dios!

—¡Landon!— le grité a modo de reproche.

Landon acababa de golpear a Joshua en el rostro, traté de ayudarlo pero Landon me jaló del brazo hacia a él así que al final Alex y Sarah fueron los que terminaron ayudando a Joshua.

—Estas en serios problemas Emily Evans.— me susurró Landon con una frialdad que me erizo la piel.

Lo sabía, sabía que algún día Landon iba a descubrir todo y me iría muy mal. Estaba sintiendo la enorme necesidad de aclararle todo a Landon para que no pensará mal de mi, pero sería después primero tendría que tratar de que las cosas se calmaran.

Sarah fue la primera en hablar de los cuatro, se veía molesta y no la culpaba yo estaría igual si agredieran a mi hermano —¡Alguien me puede explicar que está pasando aquí!

Alex levanto la mano —Todo es mi culpa. Yo les oculte que Emily está casada y no la dejé que dijera la verdad. Lo lamento tanto.

Joshua se puso pálido al escuchar a Alex decir eso, creo que ya había comprendido toda la situación. Y eso era bueno, aunque yo desde el principio le dejé en claro que sólo seríamos amigos.

—¿Es verdad Emily?— me preguntó Joshua dolido.

Bajé la cabeza, me sentía avergonzada y culpable, Landon aprovecho para contestarle —Claro que si imbécil, Emily es mi mujer.— me sujetó de la cintura acercandome aun más a él.

Hablé, no quería que empezará una discusión entre Joshua y Landon —Lo lamentó tanto Joshua, no quise que la cosas pasarán así.

—¿Por qué lo hiciste? Yo estaba interesado en ti, sabes que estos meses de lo demostré.

Fruncí el ceño molesta ¿hacer qué?

—Las cosas no fueron así, yo no te di falsas ilusiones, desde el principio te dejé en claro que lo que tendrías de mi parte sería una amistad.

Joshua salió del local después de mi respuesta —¿Cómo pudiste Alex? Lastimaste a mi hermano, el en verdad estaba interesado en Emily.— se le veía a Sarah en los ojos la decepción y a Alex la culpabilidad —Ya no me busques.

Por lo ocurrido me llevaba a deducir que eran muy unidos, Sarah se había molestado con Alex por en cierta forma lastimar a Joshua. Pero no sólo él era el culpable, también lo era yo, no debí de aceptar esto desde un principio o debí de confesarle la verdad a Joshua.

Sarah salió del local, Alex corrió detrás de ella, sentía pena por él desde un principio noté que el en verdad estaba interesado en Sarah.

Dejé de observar la escena cuando unos dedos se clavaron en mi cintura, sólo significaban una cosa: hora de pagar.

—¿Cómo qué meses Emily?

Me planté en frente de él y coloqué las manos en su pecho —No es lo que piensas.

—¿Segura?— el coloco las suyas en mi cintura —Explícame como es posible que una mujer casada este en una cita doble.

Escuchándolo de otra persona si parecía como algo malo, pero sabía que no lo era, Joshua sólo era mi amigo y sólo lo veía así.

—Le debía un favor a Alex y ayudándolo era la única forma de pagárselo.

—¿Engañándome? ¿Esa era la única forma de pagarle?— sólo me limite a quedarme callada.

¡Yo no lo engañe! Y aunque lo hubiera intentado mi corazón no lo permitiría.

¿Qué no te das cuenta de que estoy profundamente enamorada de ti cómo para poder engañarte?

Quise gritárselo pero me contuve, sólo quedaría en ridículo y humillada, no soportaría que Landon se burlará de mi por tener sentimientos hacia él.

Sabía que entre nosotros si había atracción, y una muy fuerte, pero de ahí a otro sentimientos más profundos por parte de ambos no lo creía, sólo esos sentimientos más profundos eran de mi parte

—Es un precioso demasiado alto, y se supone que es tu amigo.

Y justo porque es mi amigo había decido ayudarlo a pesar de los problemas que sabía que eso me causaría.

—Joshua sólo es un amigo o lo era, no sé si después de lo que acaba de pasar el quiera saber de mi.

—No vuelvas a mencionar a ese imbécil en mi presencia.

Su comportamiento era cómo de un ¿esposo celoso? ¡Oh por dios!

—Acaso ¿estás celoso?

—Claro que sí.— mi corazón empezó a latir desenfrenadamente —Cualquier hombre que descubriera a su mujer con otro se sentiría así.

Con las mariposas revoloteando en mi estómago y el corazón acelerado me impulsaron a besarlo, tratando de darle entender que yo no lo podría engañar.

Desde el principio el beso comenzó brusco, pero transmitía demasiadas emociones, emociones que ninguno de los dos queríamos aceptar, no en ese momento.

Me sentía en la nubes, Landon me había hecho el día al admitir que estaba celoso.

Alguien nos interrumpió antes de que el beso pasará a otro nivel —¿Amigo?

Ambos volteamos la hacia la persona de donde provenía la voz con las respiraciones bastante agitadas y los labios hinchados, era un castaño que al parecer le estaba hablando a Landon.

Si no me equivocaba era un amigo y socio de Landon, lo había visto varias ocasiones por la empresa y me había tocado agendarle reuniones con él.

—Luca te presento a mi esposa, Emily.— él me extendió la mano y ya la acepté —Emily te presentó a mi mejor amigo, Luca.

Tenía un leve sonrojo por la situación en la que nos había encontrado recientemente.

—Ya nos conocíamos, Landon me ha hablado mucho de ti.— escuché a Landon soltar un gruñido.

¿Sería bueno o malo que Landon le hablará de mi a su mejor amigo?

«Te quiero, bonita»

Esa frase volvió a mi mente haciendo que las mismas mariposas que había sentido esa noche hace cuatro meses regresarán.

—Para serte sincera a mi Landon no me ha hablado de ti.

Luca sonrió de manera pícara —Lo sé, supongo que ustedes han de tener cosas más interesantes que hacer que ponerse a hablar de mi.

Entrecerré los ojos, estaba segura que ese comentario lo había dicho con un doble sentido.

Landon también lo captó —De eso no tengas duda.

El celular de Landon interrumpió la conversación y el se retiró para poder contestar. Por alguna extraña razón tenía un mal presentimiento, sabía que esa llamada no traería buenas noticias.

Y cuando volvió Landon su rostro pálido me lo confirmo.

—Mi mamá está grave.

Me puse pálida también al escuchar eso, con el poco tiempo que había convivido con Adelia le había tomado un fuerte cariño.

Me acerqué a Landon e instintivamente lo abrace, el sin vacilar me devolvió el abrazo.

—Todo va a estar bien, cielo.— le susurré tiernamente mientras repartía leves caricias por su espalda.

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N/A

PD: Recuerden que las actualizaciones son los sábados, no habrá hora específica pero no se preocupen no pasará de ese día.

Nos leemos después.