Landon
Estacione el auto enfrente de la casa y suspire frustrado, me baje de auto y entre a la casa, todo se encontraba sumido en completo silencio.
Había pasado una semana desde el incidente entre Emily y Yolanda, una situación que me tenía demasiado estresado y tenso.
Yolanda estaba inconsolable, cuando llegue a casa de mis padres había sido un completo caos al informarles de la situación. Mi abuela le había dado su apoyo incondicional a mi prima y me había hablado pestes de Emily sobre que ella sólo era una arribista que se quería quedar con mi dinero y se estaba riendo de mi a mis espaldas, mi madre se había puesto del lado de Emily e insultado a Yolanda diciéndole que era una arpía manipuladora, y finalmente, mi padre sólo se había mantenido al margen de la situación.
Y para agregar más cosas a la desastrosa situación Emily y yo no habíamos hablado desde aquel día.
No sabía en quien debería de creer y en quién no, me sentía dividido, conocía a mi primo desde niños y sabía que ella no era capaz de algo así, pero por el contrario el amor que sentía hacia Emily me decía que debería de escuchar su versión.
—¡Mi niño, al fin regresas!— sonreí, Elena era mi segunda madre, y ahora más que nunca necesitaba de su cariño y apoyo.
—No sé que hacer, nana.
Ella me regalo una cálida sonrisa —Tienes que escuchar a tu corazón.
—¿Quién crees que diga la verdad?
—Emily es una buena mujer, no dejes que algo sin importancia arruine su relación.
—No hemos hablado desde que me fui ¿está en la habitación?
La expresión de Elena pasó a una más sombría —Ella se fue.
Sentí como si un balde de hielos me cayera encima y la desesperación por no saber de ella me empezó a consumir.
—¿¡Cómo que no esta!? ¿¡A dónde se fue!?
—Tienes que tranquilizarte Landon.
—¿Cómo me pides que me tranquilice? ¡Necesito saber de ella!
Traté de tranquilizarme cono me lo había pedido Elena, si quería encontrarla y aclarar las cosas con ella necesitaba estar sereno.
—¿Desde cuándo se fue, nana?
—Después de que tu fueras con Yolanda ella se empezó a comportar de una manera extraña y al día siguiente bajo con una maleta y le pidió a Joe que la llevará.
Después de mi partida ella se había comportado de una manera extraña y al día siguiente se había marchado, tal vez estaba demasiado triste por cómo había pasado las cosas y se había ido con su amiga, la tal Samanta.
ESTÁS LEYENDO
Mi Jefe es, Mi Marido | ✓
ChickLitPrimer libro de la Duología: Matrimonio Evans. ¿Qué pasa cuando firmas un contrato sin leerlo para que no te despidan? ¿Y qué ocurre si ese contrato consiste en que te casaste con tu Jefe? ¿Y qué pasa cuando tu jefe se convierte en tu marido? Eso es...