Primer libro de la Duología: Matrimonio Evans.
¿Qué pasa cuando firmas un contrato sin leerlo para que no te despidan? ¿Y qué ocurre si ese contrato consiste en que te casaste con tu Jefe? ¿Y qué pasa cuando tu jefe se convierte en tu marido?
Eso es...
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—No, jamás, no quiero.— quinta vez en la noche que volvía a decir lo mismo, pero en verdad no quería quedarme a dormir aquí.
Estaba caminando de un lado a otro por toda la sala, estaba desesperada —Vas a desgastar tus zapatos. Sólo deja de moverte, me está doliendo la cabeza por tu culpa.
Mi paciencia era la que se estaba desgastando.
—No quiero quedarme aquí.— dije horrorizada ante esa idea, me ponía los pelos de punta tan sólo imaginarme eso.
Se levanta y viene hacia a mi, me aprieta los hombros tratando de calmarme, como si pudiera, con eso sólo está logrando alterarme más.
—Tomare un taxi.
—No creo que alguien se atreva a venir por ti con esta tormenta.
Mierda, no lo había pensado antes. Era cierto, lo más probable era que ningún taxista quisiera venir por mi con esta tormenta. Sólo ocupaba a alguien con un carro.
—Tal vez, pero no te preocupes, ya veré como le hago.
¿Alguien? Claro, Alex si aceptaría.
—No seas terca Emily, está muy fuerte la tormenta y es más fácil que te quedes aquí.
—Me rehusó a quedarme a dormir aquí, no quiero ser una más de las mujeres que traes aquí para poder revolcarte con ellas. No caería tan bajo.
Salí de ahí, no lo soportaba, era asfixiante estar ahí adentro con él.
Le marque a mi mejor amigo, esperaba que si me pudiera ayudar —¿Alex?
—¿Emily?
—¿Me podrías hacer un favor?
—Claro que sí, me encanta que me debas favores.
—¿Podrías venir por mi?
Creo que por el tono de mi voz, se dio cuenta de que no estaba para bromas.
—Si, sólo pásame la dirección y estaré ahí en 5 minutos.
Era reconfortante saber que podía contar con él, para lo que fuera. Siempre me sentiría orgullosa de tener a un amigo como él.
[...]
Día nuevo, así que nueva actitud.
Además, toda la noche me la había pasado pensando en la situación en la que me encontraba y su posibles soluciones, y encontré una, se podría decir que era la más fácil.
Y la más cobarde, la solución fácil para escapar de todo.
Necesitaba un cambio de aires, simplemente una nueva vida y la única forma de lograrlo era cambiando de ciudad, necesitaba mudarme.
Pero antes tendría que ir a la empresa de Landon, por mi renuncia y por mi liquidación, tenía que tener dinero si quiera sobrevivir. Tampoco era como si me fuera a quedar sin trabajar, pero sabía que no era fácil conseguir trabajo y me podría tardar un tiempo en lograr conseguir uno.
