¿Qué mierda?
Me levanté de la cama y me crucé de brazos molesta —¿Estás bromeando?
Landon se quedó callado y sólo negó con la cabeza, ese gesto me decepciono y me enfado demasiado.
—¡Por dios Landon! Estamos intentando llevar una relación y para eso lo primordial es la comunicación, ¿no crees que hubiera sido bueno que está decisión la tomáramos los dos?
—No quise decirte antes, sabía como te pondrías y no quería arruinar el momento.
¿Arruinar el momento? Ridículo, de todas maneras lo había hecho y de la peor manera.
—Pero lo terminaste haciendo y al doble, en serio prefería que me lo hubieras dicho antes.
—Lo siento, bonita.
Entrecerré los ojos, no era justo que me llamará de esa forma si estábamos enojados, hacía que se me fuera el enfado y se me acelerara el corazón.
—No es justo.— dejé caer los brazos, y me volví a sentar a su lado, Landon sonrío de manera inocente al ver que había conseguido lo que quería.
—No me debes de llamar así si estamos enojados.— el sólo se rió acelerando aún más mi corazón.
—¿Estamos bien?
—Estamos bien.— afirme —Pero eso no quiere decir que esté contenta con la noticia.
—No te pido que la quieras, sólo que trates de llevarte bien con ella ¿si?
Tendría que intentarlo, no quería problemas con Landon y menos ahora que estábamos tan bien, no dejaría que una mujer como ella nos quitará esta felicidad. Sabía que Landon sólo la veía como su prima y eso debería ser lo único que me importará.
—Lo intentaré.— roce nuestros labios de una manera fugaz —Por ti, no por ella.
—Por cosas como estás conquistó mi corazón señora Evans.— me empezó a dar repetidos besos en los labios.
Me volvía loca esta faceta de Landon ¿Todo sería así? Esperaba que sí, me sentía en las nubes y me daba miedo caer sin paracaídas
[...]
Mil trecientos cinco, ¿mil trecientos seis?
Suspire frustrada, había perdido la cuenta de nuevo, iban cinco veces que la perdía y estas eran después de pasar el mil. Había empezado a contar desde que la zorra-Yolanda había acabado con mi paciencia, pero cómo no quería hacer una escena comencé a contar mentalmente.
Antes de venirnos Adelia me había deseado suerte con tratar de soportar a Yolanda a pesar de estar molesta por la decisión de Landon, me había aconsejado superar los obstáculos que esa arpía nos pusiera y luchar por nuestra felicidad.
Sabía que Yolanda era un peligro en la relación que estábamos intentado llevar Landon y yo, sólo esperaba que no logrará su objetivo.
El vuelo había sido una pesadilla, Yolanda no nos había dejado de molestar en todo el viaje y había arruinado los momentos casi románticos que teníamos Landon y yo. Era una maldita.
Sólo contenía mis ganas de matarla por Landon, le había prometido qué intentaría soportarla.
Estaba a punto de explotar, fue un alivió llegar a la casa y ser recibida cálidamente por Elena.
—Emily, me alegra que estén de vuelta.
—Lo sé, aunque el vuelo no fue el mejor de todos.
—¿Por qué?
—La prima favorita de Landon nos acompañó.
Se le salió una mueca a Elena, sonreí al ver que tenía otra aliada, pero la comprendía nadie en su sano juicio sentiría simpatía con una mujer desalmada como Yolanda.
—Descuida Emily, por el brillo en tus ojos me puedo dar cuenta de que tú ya ganaste la batalla.
Sonreí —¿Tanto se nota?
—La felicidad no es fácil de ocultar.
—Esperó que las cosas salgan bien, en verdad quiero a Landon.
Todo se sentía diferente a pesar de ser la misma casa con las mismas personas, habíamos salido con una relación diferente a las que teníamos ahora, porque con un simple viaje las cosas entre Landon y yo habían cambiado demasiado.
Entré al baño para arreglar un poco mi aspecto, sabía que después de estar tantas horas en ese avión mi aspecto era un desastre, al salir me encontré a Landon y Yolanda hablando muy animadamente pero se veía claramente las intenciones que tenía ella de lanzarse sobre él en cualquier momento.
Tenía muy presente que Landon sólo la veía como su prima pero ella no lo veía de esa forma y era eso lo que me preocupaba, si había querido venir con nosotros era porque algo se traía entre manos.
Llegué al lado de Landon y lo abracé por la cintura y para mi suerte él me devolvió el abrazó, sonreí triunfal al ver la cara de molestia que puso Yolanda.
Toma esa zorra.
—¿La misma habitación?— preguntó con su fastidiosa voz Yolanda moviendo las pestañas más rápido de lo normal.
Coqueteando con mi esposo en mi propia cara ¿pero qué se creí la muy estúpida?
—Si.— creo que Landon también sentía el tenso ambiente que se había formado entre nosotros, así que se mantenía neutral.
Está me la cobraría —¿Estás bien querida?
Me vio extrañada por mi pregunta y contesto con la misma hipocresía con la que le había hablado —¿Por qué lo dices, Emily?
—Pensé que se te había metido una basurita al ojo, cómo empezaste a parpadear rápido creí que tratabas de sacarla.
La cara que puso era digna de una foto, contuve las enormes ganas que tenía de reírme de ella.
—Descuida, creo que ya salió.
—Me alegra.
—Que descansen.— murmuro entre dientes, la molestia en su voz era palpable.
Uno de los empleados llevo las maletas de Yolanda a la habitación y ella no tardo en retirarse.
—Gracias por intentarlo.— depositó sus manos en mi cintura y me besó.
Todavía no me acostumbraba a la manera que me hacía sentir Landon con su cercanía o cada vez que me besaba, pero por nada del mundo me gustaría que eso desapareciera.
Estos pequeños momentos hacían que me enamorara más de él, ese efecto tenía sobre mi el magnate Evans, mi marido.
—Ahora estamos solos señora Evans.— la mirada pícara que me lanzó Landon me derritió por dentro.
—¿Así?— lo rodé por el cuello —¿Y qué piensa hacer al respecto?— le pregunté de manera coqueta, sabía exactamente cuáles eran sus planes.
Amaba estos momentos con Landon, esperaba que Yolanda no logrará destruir esto, no lo permitiría.
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N/A
¡Estoy super feliz! Estamos creciendo cada día más y más, muchísimas gracias por su apoyo y el cariño que me han brindado a mí y a la historia.
Amo la pareja que forman Landon y Emily, son mis primeros personajes y estoy feliz de como estan se están desarrollado las cosas.
PD: El final de la primera temporada se está acercando.
Nos leemos después. ¡Los amo!
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Mi Jefe es, Mi Marido | ✓
ChickLitPrimer libro de la Duología: Matrimonio Evans. ¿Qué pasa cuando firmas un contrato sin leerlo para que no te despidan? ¿Y qué ocurre si ese contrato consiste en que te casaste con tu Jefe? ¿Y qué pasa cuando tu jefe se convierte en tu marido? Eso es...