Al llegar al final de las escaleras el me extiende su mano y yo con una sonrisa fingida se la acepto, Landon me condujo hacia donde se encontraban sus padres y las demás personas se volvieron a meter en sus asuntos.
—Te ves hermosa Emily.— me alago Adelia cuando llegamos a su lado.
—Gracias y lo mismo digo.
Me quede platicando con ellos ya que Landon se había ido dejándome sola con la excusa de que iba a saludar a algunos invitados, pésima excusa para mi gusto, porque si en realidad se hubiera ido a esa me hubiera tenido que llevar para presentarme para esto era la cena.
Me retire con la diciendo que iba al baño y regresaba enseguida, tan siquiera mi excusa fue mejor que la de Landon.
Me sentía incómoda, estar entre tanta gente de alta sociedad no era lo mío. Así que preferí salir al patio de la casa para tomar un poco de aire, después volvería adentro y seguiría con la farsa.
Sentí una mano en mi hombre y me volteé enseguida —¿Alex?
—El mismo y en persona, nena.
—Ya se que eres tu idiota, mi pregunta es ¿qué haces tu aquí?
—Pues vine a la cena.— contesta en tono obvio y se encoge de hombros.
Suspire exaspera y le di una sonrisa de boca cerrada —De acuerdo, dejaremos aquí el tema. ¿Te estas divirtiendo?
—¿Lo estas tu? Es tu fiesta no la mía.
—Eso creo.
—¿Por qué será que no te creo? Ven aquí.— se acercó a mi y me abrazo, ni siquiera intente separarme, se sentía bien recibir su apoyo.
—¿Me concede esta canción señora Evans?
Le seguí el juego —Claro apuesto caballero.
Nos empezamos a mover al compas con la música que provenía de la casa, así estuvimos un buen rato hasta que escuchamos como alguien se aclaraba la garganta detrás de nosotros.
—¿Ocupados?
Landon. Sentí la vibración de la risa de Alex, el muy idiota se estaba riendo de la situación.
Se volteo y lo encaro, Landon era un poco más alto que él —Un poco, tu esposa es una encantadora mujer con la cual el tiempo se va volando.
A Landon no le agrado para nada su comentario, y claramente se veían sus intenciones en sus manos cerradas en puños.
—Pero descuida ya me iba.— se despide de mi con un beso en la mejilla de la manera más ruidosa posible y antes de irse me susurra en el oído —Recuerda que todavía me debes el favor por cuidar a Bobby, me lo cobrare muy pronto.
Genial. Ahora estaba sola con un furioso Landon.
—Hace frio, creo que será mejor que entremos.
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Mi Jefe es, Mi Marido | ✓
ChickLitPrimer libro de la Duología: Matrimonio Evans. ¿Qué pasa cuando firmas un contrato sin leerlo para que no te despidan? ¿Y qué ocurre si ese contrato consiste en que te casaste con tu Jefe? ¿Y qué pasa cuando tu jefe se convierte en tu marido? Eso es...