Capítulo 01: Vida ordinaria

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Mis hermosos sueños se vieron interrumpidos por el ruido de la alarma

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Mis hermosos sueños se vieron interrumpidos por el ruido de la alarma.

Un fastidioso Bip Bip interrumpía en el grandioso silencio de mi cómoda habitación.

¿A quién carajos se le ocurrió inventar las "alarmas"? ¿Acaso no pensó en cuantos sueños arruinaría?

Después de que se me "bajara" la pereza y eso sucedió en unos aproximadamente 10 minutos, me metí al baño y después salí lista para continuar con mi rutina de todos los días.

Al llegar a mi auto y dándome cuenta de que todavía tiempo de sobra, decidí pasar por un café antes de llegar a la empresa, lo necesitaba para poder trabajar de manera eficiente todo el bendito día.

Cuando llego a la empresa saludo con un movimiento de cabeza a la recepcionista, no tenía a muchos conocidos aquí, pero en todo el tiempo que llevaba aquí era con la que más me llevaba así que la consideraba como una amiga.

Llegando a mi oficina empecé con mi trabajo, cuanto más pronto acabara, tal vez más rápido podría irme.

Cuando terminé con una parte del todo el trabajo tenía decidí ir a mostrárselos a mi jefe.

Landon Evans. Toda una celebridad.

Magnate de los negocios, Casanova de primera, y un montón de cosas más. En fin, si me pusiera a describirlas creo que no acabaría.

Al abrir su oficina su elegante perfume penetro en mis fosas nasales, vaya tenía un buen gusto.

Su imponente cuerpo se encontraba en una silla enfrente de su escritorio con el ceño levemente fruncido.

¿Algo le estaba saliendo mal? Ja.

Aunque fuera un hombre realmente guapo y además millonario no le quitaba lo patán y su mal genio, y además a todas esas "cualidades" de mi adorable jefe le teníamos que agregar que era todo un completo mujeriego.

Esa es la cualidad de todo hombre que lo jode.

Así que de la manera más silenciosa le deje las carpetas arriba de su escritorio y cuando me disponía a salir de su oficina su voz neutral me detuvo.

Genial ¿ahora qué quiere?

—Señorita Western.— levanto la vista, y por solo un segundo nuestros ojos se encontraron —Se me había olvidado avisarle que mañana vamos a tener un viaje de negocios. Salimos en la tarde, todo corre a cuenta de la empresa.

Solo le afirme con la cabeza ¿o acaso tenía otra opción? ¿no verdad?

—Ah una última cosa, detesto a las personas impuntuales.

Mi Jefe es, Mi Marido | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora