Capítulo 07: Evitando la realidad

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En cuanto entramos a su departamento, no pude contenerme, y le conté todo

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En cuanto entramos a su departamento, no pude contenerme, y le conté todo. Cuando termine de hablar, me sentía más aliviada, era muchas cosas como para cargar sola con ellas.

Me consoló y me aconsejo, fue lo mejor, y para tratar de distraerme encargamos pizzas y todo el resto del día nos lo pasamos viendo películas.

Ya había olvidado lo divertido que era pasar el resto de la tarde con ella, el trabajo siempre me mantenía ocupada.

Llegándose la noche me presto una de sus pijamas y me dejó en un cuarto que siempre ocupaba cuando venía a su departamento. No puedo decir que dormí bien, no fue por la cama, si no por las pesadillas que me atormentaron en la noche.

Donde el personaje principal siempre era Landon Evans.

Y además termine levantándome temprano, al parecer mi mejor amiga, Samanta, era una buena madrugadora. Y no sólo eso, también se encargó de despertarme de una forma no muy silenciosa, vino a tocar y cantar arriba de mi, con un sartén.

Y por más que le rogué e hice pucheros para que me dejara quedarme en la cama un poco más, se negó.

Después de eso me metió al baño alegando que no tenía que estar deprimida, que todavía era joven, que tenía que divertirme al máximo y un montón de cosas más.

Desayunamos y acabando, me obligó a acompañarla al centro comercial, dijo que no me preocupara que ella había arreglado con su jefe y lo entendía, no sabía exactamente que le había dicho, pero sabía que no fue nada simple.

Además su jefe era una buena persona, no como él que yo tenía.

Debería alejar esos pensamientos si quería disfrutar el resto de la tarde.

Después de cuatro horas de visitar casi todas la tiendas, casi, por qué si no fuera por el hambre que nos dio, hubiéramos recorrido todas las tiendas de centro comercial, todas.

—Todavía no lo puedo creer.— refunfuño mientras pedíamos nuestra orden.

—Creo que estas haciendo todo un drama.

—Claro que no, sigo sin creer que me hiciste recorrer casi todo el centro comercial, para que al final eligieras el primer vestido que te habías probado.

—Siempre es bueno ver todas las opciones.

Después de esa pequeña discusión sobre sus compras, ya no volvimos a tocar ese tema y nos centramos en platicar sobre cosas más tribales.

Mi Jefe es, Mi Marido | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora