El Guardaespaldas II

Capítulo 3

El estudio de fotos era realmente grande, rodeado por modelos de todo tipo, la ropa era realmente estrambótica, ciertamente Pattie era demasiado talentosa y Justin estaba bastante orgulloso de ella.

Entre flash y flash, los modelos demostraban sus cualidades con prendas de diversos colores y texturas, hasta que por fin tomaron un descanso.

— Excelente chicos, tómense treinta minutos de descanso... — indicó el fotógrafo.

— ¡Justin, Justin! — Lo llamó Pattie.

Justin se acercó desde una esquina donde se mantuvo parado y observando todo el tiempo.

— Ven para presentarte a nuestro fotógrafo estrella, se llama Diego Boneta... Diego, él es mi hijo, Justin.

Diego tenía pocos años más que Justin, un fotógrafo profesional que desde su niñez le ha gustado la fotografía y hasta la fecha es la profesión que sin duda le apasiona pues de hecho, de eso vive y vive bastante bien, es dueño de su propio estudio fotográfico por lo que varias revistas internacionales han contratado sus servicios y ha fotografiado a personas, famosos, cosas y paisajes de todo tipo.

Era bastante atractivo; de piel blanca, cabello castaño, ojos claros, muy formado, de buen cuerpo, alto y con una cara muy linda.

— Ah... Hol... ¿Justin? — Diego quedó extrañado mientras le extendía su mano.

— Eh... ¿Hola? — dijo Justin respondiendo al saludo.

— Sí, eres tú, eres Justin Bieber. Claro, cómo no lo imaginé.

— ¿Nos conocemos? — Justin aún no entendía nada.

— ¿Que si nos conocemos? ¡Claro! Íbamos juntos al campamento cuando éramos niños — dijo Diego emocionado.

— Disculpa, no te recuerdo — Justin se sentía apenado.

— Tranquilo, teníamos como seis años — Le recordó Diego.

— Ah, pues creo que ha pasado un poco de tiempo — bromeó Justin — Por cierto, haces un buen trabajo.

— Gracias — Respondió Diego — Y tú tienes porte de modelo. — agregó.

— Jajaja, deja las bromas — Se sonrojó Justin.

— Es en serio, ¿te gustaría participar en la campaña? — propuso Diego.

— ¡Ay! ¡Di que sí hijo! Eso sería fabuloso — Pidió Pattie emocionada.

Diego veía en Justin muchas, pero muchas cualidades para ser un modelo bastante exitoso y Justin comenzaba a verse a sí mismo de esa manera, de los pocos intereses que mostraba por hacer algo el único que había despertado con bastante furor era ese. Al ver este cambio repentino, Pattie, empezó a alentarlo sin duda, le alegraba bastante que su hijo mostrara interés por relacionarse con el mundo de donde ella era toda una experta.

Así que Diego lo convenció para que diera sus primeros pasos en la materia y lo invitó a tomarse unas primeras fotos en ese momento.

A Justin le dieron la ropa que debía usar y se colocó frente a la cámara. Al empezar la sesión fotográfica se mostraba tímido, no se sentía muy cómodo porque no sabía qué debía hacer exactamente.

Diego comenzó a estimularlo diciéndole cosas llamativas, halagándole y contándole uno que otro chiste para que Justin se relajara y así fue, el rubio comenzó a soltarse y se dejó llevar por los flashes convirtiendo su personalidad tierna en una más sensual y erótica.

Terminó la sesión y Diego invitó a Pattie y a Justin a pasar por su oficina, para conversar un poco de los resultados.

Allí Diego le habló a Justin sobre su potencial ofreciéndole un empleo como modelo de su estudio fotográfico, a Pattie le fascinó la idea, Justin no estaba muy convencido, entonces Diego insistió en la experiencia que tenía fotografiando a famosos y lo halagó diciéndole que ninguno tenía una estampa de modelo como la suya.

Fue allí cuando lo llevó al cuarto oscuro para mostrarle los resultados, entraron y Diego cerró con llave.

— Si abren la puerta pueden dañarse las fotos — Explicó mientras encendió una luz roja.

Y le mostró las fotos. La verdad es que Justin estaba irreconocible, aquello era arte pura.

— ¿Te tengo que seguir rogando? — Preguntó Diego.

— Está bien, acepto, pero insisto que no sé nada sobre esto — advirtió Justin.

— Excelente, no te preocupes, yo te iré mostrando algunos trucos...