Capítulo 7

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La rapidez de tantos conflictos laborales y familiares hizo que Justin olvidara comentarle a Maluma que tenía un nuevo empleo como modelo.

— Me quieres explicar desde cuándo eres modelo o mejor aún, ¿DESDE CUÁNDO TE MANOSEAS CON OTROS TIPOS?

— Malu, yo... — Justin trataba de explicarle pero la voz no le alcanzaba.

— Qué habíamos dicho Jus, QUÉ HABÍAMOS DICHO, que la distancia era una prueba a nuestro amor, pero tú a la primera oportunidad fallas. Maldita sea.

— No tengo 24 horas trabajando allí, ni siquiera sabía si esto iba a funcionar, apenas hoy firmé mi contrato, no te lo dije porque pasó todo muy rápido, además volví a discutir con mi padre, me fui de casa — explicó Justin mientras sus lágrimas caían por sus mejillas.

— ¿Y dónde estás?, ¿en un hotel? – preguntó un poco más tranquilo tras ver a su chico tan afectado — Espero que estés en un lugar seguro, no quiero que te pase nada.

— No, tranquilo. Estoy bien, en casa de mi fotógrafo – respondió ingenuamente.

En vez de seguirle la corriente y decirle que sí estaba en hotel para evitarse más problemas, Justin quiso demostrarle la sinceridad que Maluma tanto reclamaba, pero lo que hizo fue arruinar todo mucho más.

— ¿Así que ahora eres tú quien duerme con el jefe? — dijo Maluma — Estoy decepcionado, ya no quiero saber más nada sobre ti, vete a la mierda — y se desconectó.

Justin solo tuvo fuerzas para recostarse en el colchón, lloró durante horas, no durmió, se sentía terriblemente mal, su mente se fue a los momentos que habían compartido, definitivamente los mejores de su vida, despertando con Maluma a su lado, sintiendo los latidos de su corazón dar contra su propio pecho y esos besos apasionados a cada momento.

Justin reconocía que todo eso y mucho más se fue a la basura luego de protagonizar el peor de sus errores, pero no le quedaba de otra que aceptar que definitivamente ese era el final de algo tan hermoso. De verdad su intensión jamás fue hacerle daño a quien más quería.

Pasaron días y Justin solo salía de su cuarto para comer, se la pasaba acostado con la cabeza sobre su almohada viendo el techo la mayor parte del tiempo posible.

En la agencia no lo habían necesitado más porque no tenía sesiones fotográficas pendientes.

Con Diego casi no había hablado porque tuvo que salir de la ciudad unos días por un trabajo fotográfico, quedándose él solo en casa.

Se metió en la computadora a ver si Maluma, quien no le contestaba los mensajes, estaba conectado para seguir insistiendo en pedirle perdón.

Pero Justin encontró por casualidad una noticia en un portal que jamás hubiese querido leer.

El Guardaespaldas IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora