~ Rehab

Capítulo 2

— Vamos, hay que mantener la calma, respira… inhala, exhala… Esto no es nada de otro mundo, solo un reencuentro, después de un mes… en que probablemente la pasaron muchas cosas… Pero aun así, no es como si se haya casado y formado una familia, no es como si se hubiera operado y cambiado su imagen por completo, no, para nada –me susurraba lentamente mientras trataba de dejar los nervios atrás y dejar de preocuparme por lo que pasaría ahora, porque realmente no pasaría nada… solo nos subiríamos al vehículo e iríamos de vuelta a casa, tan simple como eso.

Pero si era tan fácil como eso ¿por qué diablos no podía hacer que las mariposas en mi estómago dejaran de revolotear y me dejaran en  paz tan solo por 5 minutos antes de que tuviera que volar hacia un baño en donde pudiera vomitar mi desayuno?

— ____ -dijeron antes de tocar la puerta de mi habitación, para luego se asomara una cabeza al ser abierta-, ya llegaron por ti. ¿Estás lista?

— Sí –dije tratando de no atorarme con mis palabras-, estoy lista.

— Pues vamos, hay un chico bastante apuesto esperándote en recepción –dijo la chica que vino a buscarme antes de dirigirme el guiño.

Suspiré antes de tomar la maleta y el pequeño bolso con los cuales llegue a este lugar para dedicarme a seguir a la chica hasta recepción, sentía que habían sido siglos desde la última vez que había visto a Justin, no podía creer que estuviera solo a segundos de volver a verlo.

El camino hasta la entrada del edificio se me hizo mucho más largo de lo que pensaba, pero aquello por algún motivo no me molesto, de hecho me dio el tiempo suficiente para comenzar a planear cómo comenzar una conversación con Justin, y por lo menos en mi mente comenzaba con un “Hola, ¿cómo has estado?” y continuaría con un “Bien, aunque estoy mejor ahora que te veo” de su parte a lo que yo respondería risueña “La verdad es que yo puedo decir lo mismo”, de acuerdo quizá no deba tener una conversación tan planeada… porque al fin y al cabo ¿que pasaría si él no me responde aquello?

— ____ -dijo una voz sacándome de mis pensamientos. Levanté la vista y me fijé en el “apuesto” chico que había venido por mí y ¿para qué mentir? La verdad es que si me lleve una gran decepción al ver a Justin allí y darme cuenta que en su lugar era Ryan quien se encontraba en la recepción. Casi pude sentir como el corazón, que hace unos segundos se encontraba en mi garganta, ahora caía dramáticamente hacia el piso para acabar rompiéndose totalmente decepcionado.

— R-Ryan… -dije tratando de no hacer notar mi desilusión- Hola.

— ¿Cómo estás? -preguntó acercándose para abrazarme.

— Bien -dije con una sonrisa torcida.

— No suenas muy convencida… supongo que ya quieres irte de este lugar -me excusó, suponiendo que el encierro en este lugar era lo que me tenía así-. ¿Lista para irnos? -me limité a asentir silenciosamente, mientras ideaba la manera más sutil para preguntar en donde se encontraba Justin y por qué no había venido, pero antes de lograr decir nada Ryan rápidamente me quitó mis cosas de las manos para llevarlas él.

— No, tranquilo, ya las llevo yo -respondí saliendo de mi trance tratando de tomar las cosas de vuelta.

— Olvídalo… las escaleras a la entrada de este edificio son un infierno.

— Exageras.

— Para nada, ¿sabes el infierno que fue siquiera intentar subir la silla de Justin por esas escaleras? Lo peor fue que no logramos nada -soltó un suspiro un momento antes de abrir la puerta de la entrada.

— ¿Qué cosa? -pregunté sin creer lo que acababa de oír, quedando de pie en mi lugar sin terminar de salir del edificio.

— Pues lo que oíste, los peldaños son tantos y tan pequeños que no logré subir la silla de Justin, era un infierno… tuvimos que haber venido con Kenny, pero ya nos conoces… Aunque claro no esperábamos encontrarnos con esta entrada -dijo comenzando a bajar-. ¿____? Vamos no te quedes ahí.