— No sé ustedes, pero yo quedé con ganas de ir por un Starbucks -reclamó Mily riendo-, quizá podamos ir mañana.
— Quizá… ¿Hasta cuando te quedas? -pregunté a Justin.
— ¿Ya me quieres echar? -preguntó riendo- El que esté acá no quiere decir que debas pasar todo tu tiempo conmigo.
— No idiota -respondí entre risas-, y eso lo sé, pero también sé que no estarás mucho tiempo acá porque tienes una gira que continuar y solo quiero aprovechar mi tiempo contigo.
— Que adorable -dijo Eli en el asiento trasero.
— Cómo sacado de una película -se burló Sacha.
— Cayad, envidiosas, todo porque ustedes no tienen con quien decirse frases cursis.
— Ooooh, golpe bajo para tus mejores amigas, eso no se hace -se quejó Eli.
— Me quedaré tres días, fue lo máximo que conseguí por el momento.
— Eso suena genial, para disfrutar un buen fin de semana.
— Bueno, podemos esperar hasta el lunes por un buen café -soltó Mily recostándose en su puesto.
— Como sea, ustedes no tienen porque apartarse, podemos ir de todos modos luego -dijo Justin.
— No gracias, no queremos hacer un mal tercio… o quinteto.
— No lo harán, créanme.
— ¿Qué quieres decir con eso? -pregunté confundida.
— Ya lo verás.
— ¡Detesto que me dejes con la duda!
— Cállate y maneja hermosa, me volveré viejo en este auto, si es que no debo bajarme antes para volver a mi gira.
— Sigue hablando así Bieber y deberás caminar.
— No es mi culpa que estudies tan lejos de casa.
— En realidad sí, tu mamá me buscó un colegio cerca de casa, podríamos habernos ido donde tu madre.
— Deja de quejarte y maneja.
— ¡Eso es! ¡Maneja! -dijo Sacha.
— ¡Apúrate esclava! -dijo Eli.
— Más que esclava sería nuestra chofer -dijo Mily.
— ¿Cómo se les dice a las mujeres chofer? ¿Chofera? -preguntó de pronto Sacha.
— ¿Chofera? ¿Qué es eso?
— Creo que también se les dice chofer… no lo sé -respondió Mily.
— ¡Pero Mily! Tu eres la inteligente del grupo… ¿Ahora quién podrá defendernos?
— ¿Defendernos de qué? -preguntó Eli- ¿De tu estupidez?
— ¡Hey!
— ¡Llegamos! ¡Gracias a Dios, finalmente llegamos! -celebré ya que no debería seguir escuchando sus ridiculeces.
— Ya era hora -dijo Justin riendo.
— ¡Cállate! -me quejé golpeando su brazo
— Esto es maltrato -se quejó Justin-, deja de ser tan agresiva y vamos dentro.
— ¿Al menos me tienes una torta ahí dentro? Tengo hambre y gracias a tí perdí mi lindo arreglo de chocolates.
— ¿Ahora soy yo quien tiene la culpa? Y si, hay comida dentro, dulces suficientes como para que ustedes cuatro sean felices, aunque esten con la regla al mismo tiempo.
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~ Rehab
FanfictionDijeron que todo estaría bien, pero las palabras se las lleva el viento y es hora de demostrar las cosas con acciones. Llegó el momento de esforzarse para comenzar a salir adelante, pero por sobre todas las cosas, es tiempo de dejar todos los miedo...