Capítulo 19

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Cuando me separé fue meramente por falta de aire, no quería hacerlo y cuando lo hice sentí como que dejaba de lado una parte de mi, Dios, como lo había extrañado. Lo que pasó después fue rápido y confuso, pude ver esa bella sonrisa que tanto amo en su rostro, comencé a oír los susurros y chillidos a nuestro alrededor, apenas y pude escuchar el “Wow ¿y eso por qué?” de Justin antes de ordenarle que entrara al auto mientras me daba la vuelta y entraba para encender el vehículo y salir de ese lugar. No me gustaba estar tan rodeada de gente, en especial si todo el maldito instituto estaba pendiente de lo que estaba haciendo con Justin.

Rápidamente salí del estacionamiento, o al menos lo más rápido que pude gracias a el tumulto de gente que rodeaba el vehículo y que no parecía tener intención de moverse. Finalmente cuando lo logré avancé un par de cuadras y di unas vueltas antes de estacionarme no muy lejos del instituto.

— ¿Ahora si responderás? -Preguntó Justin volteando hacia mí, colocando su mano en mi mejilla.

— ¿Qué haces acá? -Fue lo que salió de mis labios.

— No respondas mi pregunta con otra pregunta y eso ya te lo respondí… te había prometido que estaría acá para tu cumpleaños.

— ¿Sólo por eso?

— Maldición ____ ¡no! Te he extrañado como los mil demonios, he extrañado tus mensajes, tu voz, tus ojos, tu sonrisa, a ti completa y es tu cumpleaños y tenía días libres… obviamente iba a aprovechar mi tiempo en venir a verte. No nos vemos desde que te fuiste de casa y te mudaste con mamá. Te extraño… y te amo, lo que me hace extrañarte diez mil malditas veces más. Y si hubiera sabido que esa sería tu reacción, ¡mierda!, definitivamente me habría escapado hace varias semanas de la gira para venir a verte y tener de nuevo esos hermosos labios que me tienen vuelto loco de nuevo sobre los míos una vez más -dijo mientras se acercaba cada vez más a mi rostro.

— Sí, sobre eso… fue un impulso -susurré bajando la mirada.

— Pues puedes tener impulsos como esos cuando quieras conmigo -añadió levantando mi mentón para que nuestros ojos se encontraran.

— Como sea, de verdad no esperaba verte, solo estaba caminando a mi auto y ¡boom! te apareces así de la nada, solo íbamos a ir al centro comercial con… ¡Oh Por Dios!

— ¿Qué sucede? -pregunto al escuchar mi grito casi horrorizado.

— Dejé a las chicas en el instituto, se supone que iríamos con Nathan a Starbucks y al cine.

— ¿Quién diablos es Nathan? -preguntó Justin intentando que su voz saliera normal, pero sono algo -bastante- dura

— ¿Qué te importa? -respondí enojada con otra pregunta.

— Me importa todo lo que tenga que ver contigo ____, así que me importa saber quien es Nathan.

— ¿Celoso Bieber? -pregunté alzando una ceja.

— Sí, estoy celoso. ¿Algún problema?

Y entonces quedé sin palabras, no esperaba que Justin aceptara que estaba celoso, no esperaba que respondiera de esa forma… aquello me daban ganas de volver a besarlo, pero ¡no! Dios, ¡____ contrólate!

— Nathan es un amigo, solo eso, no he sido muy sociable, solo lo justo y necesario, no quería llamar la atención; aunque al parecer gracias a ti ya llame toda la atención que había evitado estos meses.

— No me culpes, soy completamente inocente -levante una ceja en su dirección con un rostro de "¿me estas hablando en serio?"-, bueno, quiza no taaaan inocente.

— Como sea, debo llamar a las chicas y Nathan.

— ¿Cabemos todos en el auto?

— Claro, si a ti o a Nathan no le molesta llevar a una de las chicas en brazos.

— Aunque no tengo nada en contra de ellas, si lo tengo en contra de Nathan, asi que puede ser él quien lleve a una, yo estoy genial acá, además disfruto la vista.

— Si, claro.

Tomé mi móvil y le marque a Eli primero, bastaron solo un par de tonos antes de que contestara.

— Maldita perra bastarda ¿a dónde fuiste?

— Si, yo también te quiero Eli ¿estás con el resto?

— Estamos todas, Nathan se fue.

— ¿Cómo que se fue?

— Así se fue, ni siquiera se despidió, llevaba como una bolsa entre las manos con algo roto, ni idea, solo lo llevaba y lo arrojó a un bote de basura y se fue.

— Oh Mierda.

Solo en ese momento recordé que yo estaba yendo con Nathan a mi auto… con Nathan y el regalo que me dio… que dejé caer… y dejé tirado.

— Mierda -volví a decir recostando mi rostro contra el volante.

— ¿Qué sucede? -preguntó Eli y Justin al mismo tiempo- Espera -continuó Eli- ¿con quien estás?

— Espérame con las chicas en la esquina de insti, camino al centro comercial, hubo un pequeño cambio de planes. Creo que les tengo una sorpresa.

— ¿Una sorpresa para nosotras? Se supone que tú eres la del cumpleaños, nosotras deberíamos tener sorpresas para tí, diablos somos unas pésimas amigas -comenzó a exagerar.

— Calla perra, y has lo que te digo. Nos vemos.

— Pon tu pie en el acelerador y apresurate que no queremos seguir acá.

— Sí, ya voy, ya voy.

— ¿A dónde iremos? -Preguntó Justin.

— A buscar a las chicas y luego, supongo que a casa, no creo que sea algo muy fácil o divertido andar por el centro comercial contigo.

— ¿Insinuas que soy aburrido? -preguntó ofendido.

— Quizá, sí, un poco.

— ¡Ouch! Golpe bajo. K.O.

Volví a encender el vehículo y di un par de vueltas más para volver a donde habíamos comenzado hasta encontrar a las chicas. En cuanto las vi les toqué la bocina y me detuve a su lado para que se subieran.

— ¿En dónde andabas pequeña padawan? ¿Ya nos habías olvidado? -preguntó Sacha entrando al auto sin fijarse en el asiento del acompañante.

— Admítelo, nos olvidaste, te dejo sola con Nathan y ¡puf! no más amigas -continuó Eli al entrar. Esa frase llamó la atención de Justin, pude notar como se tensó en su lugar.

— Dejen de quejarse, al menos volvió -terminó Mily antes de cerrar la puerta del vehículo- ¿a dónde vamos?

— ¿Por qué tan callada? -preguntó Eli asomándose por el espacio entre los dos asientos delanteros antes de mirar a ambos lados- ¡OH SANTA MIERDA!

— ¡MIERDA, ESTO ES UNA JODIDA BROMA! ¡JUSTIN!

— Oh sí perras, ahora vayan limpiando esas groseras bocas suyas y saquen los billetes de sus bolsillos -reí señalando nuestro vaso.

— Hola -dijo Justin con esa sonrisa moja bragas que tiene.

— Entonces… ¿cambio de planes? -preguntó Mily.

— Cambio de planes -respondí sonriente.

— Parece ser que ya es hora de ir a casa -añadió Justin mirando su celular, vamos, allá podemos comer algo.

— Claro -dije tranquila-, espera, ¿qué casa? ¿La tuya o la de tu mamá?

— La nuestra -respondió posando su mano en mi muslo antes de darle un suave apretón.

Bueno… supongo que eso significaba la suya ¿no?... bueno… ¿nuestra?

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Okey, capítulo corto pero logre traer algo... no entiendo que sigo haciendo en el pc cuando debería estar estudiando <3

Gracias por sus comentarios :*

~ RehabDonde viven las historias. Descúbrelo ahora