Deslicé mi pulgar sobre la pantalla antes de llevarlo a mi oreja.
— Hola
— ¿Que hay escolar? -dijo él del otro lado de la línea- ¿Que tal el primer día?
— Sumando y restando como resultado final creo que puedo concluir que fue un día decente.
— ¿Decente? ¿Solo eso? ¿Qué ocurrió hermosa?
— Demasiadas cosas que no valen la pena recordar. Solo digamos que me hizo falta un cambio de ropa y a menos que el lavado pueda deshacerse del rojo ya tendré que botar a la basura parte de mi ropa nueva.
— ¿Andrés te fue a visitar hoy?
— ¿Qué? ¡NO! Estúpido -dije comenzando a reír-, solo gente descuidada en la cafetería. Mi polera nueva ahora está bañada en jugo de frutilla y spaghetti con salsa de tomate.
— Mmm spaghetti, me encantan con…
— Salsa bolognese, ya lo sé Justin -lo interrumpí.
— Lo siento -rió-, entonces omitiendo el cambio de ropa que necesitaste ¿todo bien?
— Si eso creo, aunque ya hice nuevos amigos también hay quienes al parecer ya me odian.
— Tranquila, es normal.
— Lamentablemente si, pero creo que aprendí del mejor a no desvivirme por los haters.
— Si es quien creo que es, sí, definitivamente aprendiste del mejor.
— Y si molestan demasiado es tan simples como lanzarles una zapatilla en la cara.
— ¡Hey! -se quejó.
— Oh, lo siento… una Supra en la cara, la marca es importante.
— Eso no es divertido -dijo.
— Claro que lo es, Bieber.
— Quizá un poco.
— ¿Un poco? Yo diría que bastante -entonces comencé a reirme como una desquiciada, como hace mucho no lo hacía. Él comenzó a reír conmigo y nuestra llamada fue solo risas por unos cinco minutos hasta que de a poco fuimos bajando el volumen.
— Te extraño -dijo calmandose, provocando que yo también lo hiciera y me quedara en silencio-, de verdad extraño que estes revoloteando por acá, te extraño como no sabes.
— Solo te acostumbraste a tenerme a tu lado.
— Eso no significa a que me acostumbraré a que no estés.
— Claro que lo harás, Justin.
— No, una vez que miras directo al sol y este te ciega… jamás volverás a ver como antes.
— ¿Qué tonterías dices?
— Solo intentaba usar una metáfora romántica, pero no me ayudas… además no puedo recordar bien como era.
— Lo siento, es que no te entendí.
— Al ver el sol de manera directa hay tanta luz allí que quedas ciego, osea que jamás podrás a ver a nada gracias a ello.
— Yo no te deje ciego -”solo en silla de ruedas” iba a añadir, pero decidí que no había por qué arruinar el momento.
— Me refiero a que después de verte a ti no puedo volver a ver a otra chica, tu eres todo lo que quiero, todo lo que necesito. Y me encargaré de ser lo que quieras y necesites. Tu te convertiste en mi mundo y gracias a mis estúpidas inseguridades te perdí, pero te sigo queriendo a mi lado hermosa.
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~ Rehab
FanfictionDijeron que todo estaría bien, pero las palabras se las lleva el viento y es hora de demostrar las cosas con acciones. Llegó el momento de esforzarse para comenzar a salir adelante, pero por sobre todas las cosas, es tiempo de dejar todos los miedo...