Capitulo 27. un café con Cruela de Vil

28 0 0
                                    

Andi suspiro y llevo la tasa de café a su boca, hacia una hora que había visto a Rose Duran y su pulso y respiración aun no volvían a la normalidad. Dejo que la cafeína llenara su sistema, había pasado toda la noche en vela escribiendo algo que fuera fascinante pero no tenía idea si era del agrado de Rose.

Sofía temprano en la mañana le había dicho que le había encantado y que realmente no pensaba que necesitara cambiarle nada, así que confiada se presentó a las tres de la tarde en la editorial y le había mostrado el documento a Rose, quien lo levanto y simplemente leyó el título que había puesto. La había mirado de arriba abajo y eso logro que se sintiera intimidada.

-¿insider? ¿Escogiste ese nombre? –Andi asintió tímida. Rose Duran suspiro con fastidio. –creo que te llamaremos, es todo. Puedes retirarte. –Andi se quedó allí de pie debatiéndose entre salir o quedarse a esperar que leyera su artículo. -¿Qué?

-va a leerlo ¿no es así? Porque quisiera que lo leyera ahora. –Rose Duran levanto su delgada ceja. –es decir, me esforcé tanto en hacer algo fascinante como usted dijo, algo fascinante para usted y me sentiría decepcionada si no lo lee.

-ya puedes irte... -Rose Duran volvió a acomodar sus papeles.

-pero... -Rose Duran se levantó de su asiento. Andi lo noto, era una mujer realmente alta y elegante ¿Cuántos años tendría? Se preguntó. Sus ojos verdes la miraron con desdén, Andi lo supo, había despertado a la bestia que llevaba dentro, trago saliva.

-estoy realmente ocupada como para ponerme a escuchar los lamentos de una cría de 14 años...

-Tengo 17 –interrumpió. Rose Duran la fulmino con la mirada una vez más.

-¡realmente no me importa! –Dijo y se acercó a ella- Tengo demasiadas cosas que hacer como para escuchar tus quejas. Si no tienes nada interesante por decir entonces no lo digas. Hablar contigo es solo desperdicio de mi tiempo. Ahora, te pido, por favor que salgas de mi oficina. –Andi se sintió realmente humillada, la misma Rose Duran había abierto la puerta para sacarla fuera. La había hecho enojar, un nudo se formó en su garganta, ya sabía dónde acabaría su escrito: en el fondo de la basura. Después de eso estaba segura que Rose Duran no tendría ganas de leer su escrito.

-lo lamen...

-retírate. –dijo una vez más. Señalando la puerta que la misma Rose Duran había abierto para ella.

Andi volvió a suspirar, sabía que la había embarrado. Adiós oportunidad de ser una gran columnista. Tomo un nuevo sorbo de café mientras sobaba su cabello...lo había arruinado y nada de lo que había hecho, las mentiras que había creado no tenían sentido para ella ahora. ¿Qué debería hacer?

-Andrea, vine en cuanto me llamaste. –saludo Nico sentándose justo frente a ella. –sonabas realmente mal ¿Qué ha pasado?

-lo perdí. –la confusión se apodero de la cara de su amigo. –perdí mi oportunidad, lo arruine todo.

-¿de que estas hablando?

-¡de esto! La razón por la que luzco así, la razón por la que me volví la versión afeminada de Andrew.

-lo siento. –Negó Nico con la cabeza haciendo que sus risos se movieran.- si te calmaras y me explicaras todo desde el principio tal vez pueda entenderlo. ¿Es sobre poder estar en dos lugares al mismo tiempo? Te dije que eso era imposible.

-no, no es eso. ¡Nicolás enfócate! te hable de mis sueños aquel día en las escalinatas ¿lo recuerdas? –El chico asintió.- bien, lo he arruinado.

¿Enamorado de un chico?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora