Quédate conmigo... amor

Anna

"Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en si mismo."

Pablo Neruda

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I've got my mind set on you
I've got my mind set on you
I've got my mind set on you
I've got my mind set on you

But it's gonna take money
A whole lot of spending money
It's gonna take plenty of money
To do it right child...

It's gonna take time
A whole lot of precious time
It's gonna take patience and time
To do it, to do it, to do it, to do it
To do it right child...

Dios...

Me va a estallar la cabeza. Intento encontrar el teléfono para apagar la dichosa alarma, mientras George Harrison se desgañita cantando a todo trapo.... Definitivamente tengo que cambiar la melodía de mi despertador.

Son las seis de la mañana y me quiero morir.... Hace un calor de mil demonios y no he pegado ojo en toda la noche. Ni con el ventilador a tope he podido descansar. Maldito Julio y maldito Madrid. Tengo que mudarme ya... Todos los veranos pienso lo mismo, pero luego llega el otoño y se me pasan todos los males hasta que llega el verano otra vez...

Me levanto y me dirijo a la cocina como una zombi para encender la cafetera, a ver si con un poquito de suerte y con varios cafés, consigo despertarme. Con mi primer café en la mano me voy al baño y enciendo el grifo de la ducha. Agua fría porque si no, no va a haber suficiente cafeína en el mundo que me espabile.
Hoy estoy de guardia todo el día. Así que más vale que me ponga las pilas si no quiero que me pillen en bragas como quien dice...

De guardia...

Que bien suena eso ¿no? Podría ser médico o enfermera... ¿Bombera? Pues no, nada más lejos de la realidad. Soy T.C.P ¿Y qué demonios es una T.C.P? Pues nada más y nada menos que una azafata de vuelo. Sí señores. Sólo que ahora el término políticamente correcto para dirigirse a nosotros es ése... T.C.P. Tripulante de Cabina de Pasajeros. Si hacemos caso a las malas lenguas, costó Dios y ayuda conseguir que nos denominasen así. Por lo tanto, y a pesar de que a mí me da un poquito igual, cuando alguien me pregunta a que me dedico, siempre digo que soy T.C.P, aunque eso suponga tener que dar un montón de explicaciones, ya que son pocos los que saben lo que significan las dichosas siglas...

Estoy saliendo de la ducha cuando oigo el teléfono. Maldita sea.. Salgo corriendo del baño y me tropiezo con el marco de la puerta.... ¡Uffffffff! Creo que me he roto el dedo gordo del pié. Joder... ¡Qué dolor! Llego como puedo hasta mi habitación y contesto al teléfono.

- ¿Si? - pregunto.

- ¿Anna Alcázar? - pregunta una voz femenina.

- Sí, soy yo - respondo, intentando controlar las lágrimas. Qué dolor...

- Soy Paula. Te llamo de asesoría de tripulaciones para informarte de que tienes un servicio asignado para hoy. Tienes que estar en el aeropuerto a las 11 de la mañana para hacer un vuelo que despega a las tres de la tarde.

¿Cómo? ¿Tengo que estar cuatro horas antes en el aeropuerto? Lo normal es estar una hora y cuarto antes.... que cosa más rara. Seguramente esta mujer se ha equivocado ¿Por qué debería estar allí con tanta antelación?

- Perdona ¿A las 11 has dicho? ¿Para despegar a las tres? ¿Porqué? - le pregunto.

- No tengo mucha información acerca del vuelo - me contesta - Solo te puedo decir que es un vuelo especial, fuera de programación y que tenéis que estar allí con muchísima antelación. Tanto el Comandante como el Sobrecargo os informarán de todo cuando lleguéis. Lo que sí te puedo decir es que permanecereís en destino cinco días y que te lleves ropa de verano. Buenos días y buen vuelo - y me cuelga el teléfono.

¿Eh?

Qué cosa más rara...

Estamos acostumbrados a hacer vuelos especiales, pero lo que no es en absoluto habitual, es que te den tan poquita información sobre el servicio que vas a realizar. En fin, ya veremos de que se trata. Seguramente sea un vuelo lleno de comerciales de alguna aseguradora que se quieren ir a Las Vegas a gastarse todas las primas conseguidas por engañar a pobres incautos. Odio las aseguradoras. Una inundación y varios daños y desperfectos tienen mucho que ver con mi antipatía hacia los seguros ¿Pero quién no se ha peleado con ellos alguna vez? Quién no lo haya hecho que tire la primera piedra...

Vuelvo a la realidad al notar un pinchazo en el dedo del pié ¡Jolín! Y encima me toca ponerme taconazos. Me masajeo el dedo y decido gracias a mi nulo conocimiento en traumatología, que no está roto. O eso espero... Me echo una crema antiinflamatoria y me tomo un ibuprofeno y arreando que es gerundio.

Me termino el café y me pongo con la maleta. Ropa de verano para cinco días ¿Playa? ¿Ciudad? Pues ni idea, así que decido meter un poco de todo por si acaso. Por si acaso hay playa o por si no la hay, por si salimos por la noche o por si no salimos. En fin, que lleno la maleta de por si acasos... parece el baúl de La Piquer.

Cuando ya he dejado listo el equipaje, me pongo el uniforme y me peino. Tengo tal mata de pelo que no puedo hacer mucho con ella, creo que ya va siendo hora de que me lo corte un poquito que ya me llega a la mitad de la espalda. Me hago un moño para intentar que todos los pelos de queden en su sitio, eso sí, mil horquillas y un montón de laca. Me maquillo lo justo y ya estoy lista.

Son las diez de la mañana, decido coger un taxi e irme al aeropuerto. Tengo el coche en el taller, así que no me queda más remedio que ir en taxi. Prefiero llegar pronto y tomarme un par de cafés más en la sala de tripulaciones. A ver si con suerte me encuentro con alguien más que vaya a hacer mi vuelo y cotilleamos un poco, que estoy intrigadisima...