Quédate conmigo... amor

¿Y ahora...? ¿Qué...?

"Las mejores Buenas Noches
Son cerrar los ojos
Y sentir que estás al otro lado de la cama.

Ahí,
En ese espacio
En el que antes sólo había vacío.

Y no te vas,
Asustas a mis monstruos
Y aunque apagues la luz
Se encienden todos mis sueños."

Cesarpoetry

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Matt

Hemos llegado al hotel hace apenas unos minutos. El tráfico para salir de Manhattan era caótico y hemos tardado más de la cuenta. Afortunadamente el edificio dispone de un parking subterráneo con acceso directo al inmueble y sólo dos de nosotros tendremos que pasar por la recepción para firmar la entrada y recoger las llaves.

El estrés y los nervios de las últimas horas, empiezan a hacer mella. Estamos cansados y la agente Rodríguez o María o cómo demonios se llame, se ha quedado dormida. Bajamos del coche e intento despertarla con suavidad para que no se asuste. Pero es inútil. Apenas la he tocado cuando empieza a resolverse y a chillar. Le tapo la boca y le pido que guarde silencio. Tarda más de lo que me gustaría en asimilar la situación y por fin asiente con la cabeza.

- Estás a salvo ¿Entiendes...? - le digo.

Vuelve a asentir y yo retiro poco a poco la mano de su boca.

- Estamos en Nueva Jersey. Vamos a pasar la noche en un hotel y después decidiremos qué vamos a hacer. ¿De acuerdo...?

- De acuerdo - contesta.

Ian y Thomas suben directamente a la recepción del hotel mientras nosotros esperamos en el coche. No hablamos. Creo que María está demasiado asustada para preguntar y yo no sé qué narices le puedo contar. Todavía no sé qué es lo que vamos a hacer con ella y está todo el tema de Torres. Ha desaparecido y eso no presagia nada bueno.

Los chicos me informan de que ya han hecho el check-in y que estamos en la quinta planta. Salimos del coche y después de recoger mis cosas del maletero nos dirigimos al ascensor.

Nos han dado dos habitaciones contiguas y entramos los cuatro en una de ellas. Nadie dice nada. Nadie sabe qué decir. Soltamos nuestros bártulos y nos sentamos en las camas y en dos sillones de espaldas a la ventana.

Decido pedir algo de comer del servicio de habitaciones. Ni siquiera pregunto. Ha sido un día muy largo y tenemos que reponer fuerzas antes de ni siquiera empezar a plantearnos lo que vamos a hacer a continuación.

- ¿ Y ahora qué...? - me sorprende que sea María la que rompe el silencio que se ha instalado entre nosotros.

- No lo sé... - contesto. Lo único que sabíamos seguro, era que teníamos que sacarla de allí. Pero nada más. El plan se acaba aquí...

Niego con la cabeza y María se recuesta en la cama cerrando los ojos. Se que quizás no sea lo más ortodoxo, pero le pregunto qué es lo que ella quiere.

- Quiero volver a casa... - contesta.

- ¿ A qué casa..? - le pregunto - ¿Con tu familia...?

- Quiero volver con Daniel... - nos dice.

- ¿Con Torres...? - pregunto y ella asiente ligeramente con la cabeza. Y yo ni siquiera sé qué contestar.

Le pido que descanse y le digo que nosotros estaremos en la habitación contigua y que la avisaremos cuando llegue la comida. No contesta y creo que ya se ha quedado dormida.

Ocupamos la habitación de al lado y dejamos la puerta de separación abierta para poder vigilar a María. Me dejo caer en la cama y suspiro.

- ¿Y ahora qué? - nos pregunta Ian - ¿Qué vamos a hacer?