Instantes

243 45 1
                                    

"A veces podemos pasar años sín vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un sólo instante."

Oscar Wilde

.......................

-Anna-

Suena el despertador a las nueve y no he pegado ojo en toda la noche. Me levanto como una zombi y voy directamente al baño para mirarme en el espejo. Madre mía... que cara. Ésto no se arregla ni con dos kilos maquillaje, eso si supiese maquillarme bien, que no es mi caso. A ver como disimulo yo estas ojeras ahora...

Enciendo la cafetera y me preparo un café bien cargado. Bendito café de cortesía. Hoy voy a tener que funcionar a base de cafeína, me temo. Cafeína y nervios, la peor de las combinaciones, quizás debería probar suerte con una valeriana y una tila...

Me ducho y consigo despejarme un poco. No he traído mucha ropa, así que el momento "Dios mío que me pongo", me lo puedo ahorrar...
Unos vaqueros ajustados y un jersey negro de cuello vuelto tendrán que valer. Mis botas de motero, un plumas, una bufanda bien gordita de lana y unos guantes completan mi atuendo.

Me preparo otro café y me lo sirvo en un vaso de cartón, y aunque todavía son las nueve y media, decido bajar a recepción a esperar a Matt. Parezco un gato enjaulado y la habitación se me queda pequeña.

Tengo un whassapp de Cata y otro de Paco deseandome suerte. No puedo evitar sonreír.

No he dejado de darle vueltas a la cita de hoy con Matt. Cata tiene razón. Hacía muchísimo tiempo que no estaba tan ilusionada con ningún hombre. Decir mucho tiempo es casi un chiste si tengo en cuenta el hecho de que solo he estado con un hombre en toda mi vida, Carlos. Desde que decidió salir de mi vida por las malas, simplemente no he tenido ganas de iniciar nada con nadie. Ni serio, ni casual, nada.

Nunca he sido una persona de impulsos y siempre me he dejado guiar por mi parte más racional. Es la primera vez que hago algo sin valorar los pros y los contras y no estoy muy segura de haber hecho lo correcto.
Simplemente me da pavor estar tan expuesta que alguien pueda volver a destrozarme el corazón. Sé que casi no le conozco, y una cita con él no me compromete a nada, pero Matt me afecta de una manera que aún no logro comprender y eso me aterra.
Intentaré hacer caso a mis amigos y simplemente vivir el momento, disfrutar de su compañía y de esta ciudad que me tiene totalmente y perdidamente enamorada.

-Matt-

Me he despertado a las cinco de la mañana y no he vuelto a dormirme por más que lo he intentado. Así que a las siete desesperado y cansado de dar vueltas en la cama, decido salir a correr.

Hace un frío increíble y el viento me azota incansable la cara mientras doy largas zancadas y atravieso el Millennium Park.

A las ocho llego a casa y mientras se hace el café, me doy una ducha. El agua caliente alivia mis músculos agarrotados por el frío. Salgo de la ducha y me miro en el espejo empañado por el vaho. Apenas se me nota la cicatriz del hombro. La rozo con la mano y noto la piel rugosa bajo mis dedos. Todavía tengo esa parte muy sensible, pero ya no me duele. He recuperado la movilidad totalmente, y aunque tengo sentimientos encontrados en lo que se refiere a volver al servicio activo, lo cierto es que ya estoy un poco cansado de estar metido en casa. Dentro de unos días tengo que acudir al médico para que me diga si me da el alta o si debo continuar un tiempo más con la rehabilitación.

Quédate conmigo... amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora