"Evacuación, Evacuación, Evacuación..."

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"El amor no tiene cura, pero es la cura para todos los males."

Leonard Cohen

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- Vale chicos - dice Diego - Pues esto es lo que hay. Nos falla uno de los trenes de aterrizaje, o eso parece, así que lo más seguro es que evacuemos. Repasemos un poco lo que tenemos que hacer cada uno en caso de evacuación. Como no hay pasaje en primera clase, y si las dos puertas delanteras estuviesen operativas, redigiremos parte del pasaje hacia delante. En ese caso y una vez que haya comprobado que mi puerta está operativa y que la rampa está armada, abriré y comprobaré el inflado de mi rampa antes de comenzar a evacuar.

Uno a uno vamos repasando lo que tenemos que hacer.
Los nervios están a flor de piel.

- En caso de evacuación - continúa Diego - debemos estar pendientes de nuestro compañero de enfrente. No sabemos como vamos a reaccionar en caso de una emergencia y puede que alguno de nosotros se bloquee. En ese caso debéis dirigir a los pasajeros hacia vuestra puerta y evitar que sigan evacuando por la otra ¿Queda claro?

Asentimos.

- Unos sengundos antes del impacto, pueden ocurrir dos cosas. O bien oiremos por megafonía "Brace for impact" o se encenderán y se apagaran las luces de cinturones varias veces. En ese momento adoptaremos la postura de impacto y esperaremos instrucciones. Cuando el Comandante haya terminado de darle las instrucciones al pasaje y una vez que se hayan hecho las traducciones pertinentes para que todo el mundo esté bien informado de lo que va ocurrir, haremos las demostraciones de seguridad necesarias .

En ese momento, oímos el aviso de megafonia y la voz del comandante dirigiéndose a los pasajeros.
Aparece Matt con uno de sus compañeros y se acerca a Diego.

- Disculpa. Él es el teniente Thomas Taylor, es nuestro interprete - dice Matt.

- De acuerdo - dice Diego - Que se siente en un trasportín y en cuanto termine de hablar el Comandante, que traduzca por favor.

Diego nos pide que revisemos bien la cabina y nos aseguremos de que todo está guardado y estibado y que los galleys están asegurados.
Cuando haces los cursos periódicos de Seguridad y Salvamento, te preparas para todas las posibles eventualidades, pero las posibilidades de una incidencia aeronáutica de esta magnitud son tan ínfimas que piensas que nunca va a pasar, y sobre todo que nunca te va a pasar a ti.
Y aquí estoy yo, preparándome para una más que posible evacuación y cruzando los dedos de las manos (y de los piés también) para que todo salga bien...
Hacemos las demostraciones pertinentes, enseñándole al pasaje cual es la posición de impacto correcta e indicándoles a que puerta dirijirse para abandonar la aeronave.
Después de comprobar que todo está asegurado, nos dirijimos cada uno hacia nuestros trasportines. Me siento y me pongo el arnés y cuando levanto la vista me encuentro con la mirada de Matt...
Me mira y asiente con la cabeza a la vez que sonríe dándome ánimos, creo...
Le devuelvo la sonrisa y hago algo que hacía años que no hacía, rezo.
Perdí la fé hace tiempo y no sé si rezar servirá de algo, pero lo hago.
Miro por el ojo de buey y veo que nos estamos acercando al aeropuerto. Comenzamos a descender.

Me agarro al arnés con fuerza y vuelvo a mirar a Matt, no aparto la mirada de sus ojos. Él tampoco aparta su mirada de la mía. Siento como parte de los nervios se evaporan, me trasmite tranquilidad y seguridad, sus ojos me dicen que todo va a salir bien...
Seguimos descendiendo.
Nos acercamos a la pista de aterrizaje.
Veo camiones de bomberos, ambulancias, luces y sirenas...
Dios mío...no vamos a salir de esta.
Respira Anna...respira. No puedo perder los nervios, ahora no. Para esto es para lo que llevo años preparándome...estoy preparada. Puedo hacerlo...puedo hacerlo. Vuelvo a asomarme por la ventanilla y veo que están rociando la pista con una especie de espuma blanca. Aunque apenas queda combustible en los depósitos, existe el riesgo de que una chispa provoque un fuego. Con la espuma intentarán evitar que eso ocurra.

Estamos muy cerca del suelo. Echo la cabeza para atrás, junto las piernas y meto las manos debajo de los muslos.
Se oye la voz del Comandante por megafonia...
"Brace for impact"...
"Brace for impact"...
El golpe contra el suelo es muchísimo menos brusco de lo que me esperaba. Nos deslizamos sobre la pista con aparente suavidad, hasta que el avión empieza a escorarse hacia mi derecha...
Sin la amortiguación del tren trasero, corremos el riesgo de que el ala roce la pista y salten chispas que provoquen un fuego.
De repente un humo denso y negro empieza a llenar la cabina del avión.
Oigo algunos gritos y alguien que chilla "Alá está con nosotros"...
Dios mío....el ruido es ensordecedor, ruidos metálicos, los chirridos del fusaleje rozando la pista...
El avión frena bruscamente.
El humo ha invadido casi la totalidad de la cabina.
"Tripulación De Cabina a sus puestos"... se oye por megafonía.

Allá vamos, pienso. Me acuerdo de todos mis seres queridos y solo lamento no haberles dicho más veces y más a menudo cuanto les quiero. Si salgo de ésta, y voy a salir de ésta, me voy asegurar de decírselo todos los días.
Pasan los segundos que se hacen eternos y no se oye nada más por megafonía...
Vamos...vamos...di algo...lo que sea, pienso.
"Evacuación,
Evacuación,
Evacuación".
Estoy lista.
Mi puerta está operativa, pero la de Cata, opuesta a la mía, no. El avión está totalmente escorado.
Abro mi puerta y espero a que se infle la rampa. Los pasajeros se agolpan a mi alrededor...vamos, vamos. Soy plenamente consciente de que la rampa tarda segundos en inflarse, pero se me estan haciendo eternos.
Cata comienza a dirigir a parte de sus pasajeros hacia las puertas delanteras.
Compruebo el inflado de la rampa y doy la orden para que comiencen a saltar.
"Jump, jump, jump", "this way", "por aquí, por aquí", "salten, salten, salten"...
Matt se sitúa al otro lado de la puerta y va ayudándome a colocar a la gente en fila de dos para que vayan saltando.
Cada policía salta con uno de los deportados, y el otro escolta junto a uno de los Seal justo detrás. Dudo mucho que una evacuación con otro tipo de pasaje, y por otro tipo de pasaje me refiero a civiles, hubiese sido tan organizada. Tanto los policías como los Seals se comportan como si la situación que estamos viviendo fuese su pan de cada día...
Por fin salta el último pasajero.

- ¡Salta Matt! - le pido.

- No hasta que saltes tú - me dice.

- Esto no funciona así. Aquí las cosas se hacen a nuestra manera. Si tú no saltas, yo no puedo saltar - le apremio.

- De acuerdo, te espero abajo pequeña- me dice a la vez que me acaricia la cara con el pulgar.

Reviso mi zona, no queda nadie. Apenas se puede respirar y no veo practicamente nada.

Cuando estoy lista para saltar, oigo voces pidiendo auxilio desde la parte trasera del avión. Salgo corriendo hacia allí, golpeándome con las butacas y con parte del equipaje que se ha caído durante el aterrizaje ¡Mierda! No veo nada y cada vez me cuesta más respirar...
Llego al galley trasero y lo que veo es desolador...
Varios de los pestillos de seguridad de los carros se han soltado y uno de los carros tiene a Paco atrapado en el trasportín.
No está consciente y parece que le cuesta respirar.
Entre Mario y yo intentamos mover el carro, pero está atascado y apenas se mueve.
En ese momento y milagrosamente aparece el Comandante.

- ¡Tenéis que salir de aquí, ya!!!!! - nos grita, hasta que se percata de la situación - ¡Mierda! - dice - cuando cuente tres, tiramos todos del carro hacia nosotros ¡Vamos allá!

Tiramos todos del carro sacando fuerzas de flaqueza. Por fin conseguimos moverlo y sacar a Paco de ahí.
No tiene buen aspecto y sigue inconsciente aunque tiene pulso y respira.
Entre Mario y Gonzálo le levantan y acercan a la rampa.

- Mario - dice el Comandante - agarrale fuerte y salta con él.

Mario se sienta en el marco de la puerta y con Paco entre sus piernas, se desliza por la rampa.

- Solo quedamos tú y yo - me dice Gonzálo - salgamos de aquí cagando leches.

Apenas oigo las últimas palabras que me dice, son como un eco lejano. No puedo respirar... me ahogo y sé que estoy a punto de desmayarme. Lo último de lo que soy consciente es de Gonzálo tirando de mi mano para saltar por la rampa...

Quédate conmigo... amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora