Quédate conmigo... amor

¿Washington D.C....?

"Si piensas que la aventura es peligrosa, prueba la rutina. Es mortal".

Paulo Coelho

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Se hace un silencio total en la sala. Tengo mil preguntas en la cabeza, pero me está costando tanto asimilar lo que me acaban de contar...que no sé por donde empezar.
¿Terroristas? ¿Policía Nacional? ¿Seals?
Madre mía...creo que preferiría un vuelo lleno de comerciales descontrolados después de todo...

- Entiendo que todo esto es un poco raro, por eso cuando me informaron del vuelo les pedí que os dijeran que vinieses con suficiente antelación para poder contaros todo con calma - continúa explicando Gonzálo - Debido a los recientes atentados en diferentes capitales y ciudades europeas y en varias zonas del planeta y debido a la fuerza que está cogiendo el ISIS, me temo que los americanos han empezado una caza de brujas a gran escala. No tengo mucha información acerca de los terroristas que vamos a deportar, no sé quienes son ni de donde son. Aunque sinceramente creo que cuanto menos sepamos de todo esto mejor. Lo que sí os puedo decir es que al tener que pasar por territorio español, y para evitar polémicas, el gobierno de España y el de Estados Unidos han llegado a un acuerdo. Se utilizará un avión español y los deportados irán acompañados de agentes de la Policía Nacional, supervisados por un Inspector de la Interpol. Lo de que vengan también Seals en el avión, es por temas de seguridad. No sé como de peligrosos son estos señores, pero me imagino que si están montando este jaleo, lo deben ser y mucho - el comandante nos mira a todos expectante esperando algún tipo de reacción por nuestra parte, pero estamos todos tan alucinados, que nadie dice nada - Tengo aquí toda la información comercial del vuelo - dice Gonzálo mientras le pasa al Sobrecargo una carpeta de color rojo - Al ser un vuelo de características tan especiales, el servicio que vais a dar no va a ser el habitual. Cuando terminemos con el Briefing de seguridad, os dejaré un rato para que lo leáis tranquilamente y habléis de ello. Bien - prosigue Gonzálo - una vez dicho todo esto os cuento algunas cosas más. Aunque a todos los efectos vamos a volar a Washington D.C., lo cierto es que vamos a aterrizar en un aeropuerto militar cercano. Una vez allí, nosotros nos iremos a Washington hasta que nos toque volver a Madrid. Despegaremos del mismo aeropuerto militar y nos traeremos de vuelta a los agentes españoles. En cuanto a temas de seguridad, se aplica lo estándar. Mismas medidas y mismo protocolo que en un vuelo normal. Todos lleváis muchos años volando y no creo que sea necesario recordar nada. Bastante nerviosos estamos todos ya. Recordaros es que en caso de interferencia ilícita, o en caso de que alguien intentase entrar en cabina de mando, existe una palabra clave y la encontraréis en la documentación del Sobrecargo. Hay una pequeña diferencia en cuanto al protocolo para los deportados y es que en este caso, irán esposados todo el vuelo. Todos sabemos que lo normal es que vayan sin esposas, pero en el vuelo de hoy vamos a hacer una excepción. En caso de evacuación, llevarán las esposas y eso complica las cosas, pero yo soy un mandado y en esto no he tenido ni voz ni voto. Las órdenes vienen de muy arriba y me han dejado muy claro que no está en mi mano contradecirlas. Está totalmente prohibido comunicarse con los deportados. No os dirijireis a ellos para nada. Cualquier cosa que necesitéis saber, como por ejemplo si van a comer o lo que quieren beber, se lo preguntaréis directamente a los escoltas. Nuestros deportados han llegado en un avión militar que ha aterrizado esta mañana en la base aérea de Torrejón de Ardoz. Los van a traer a Barajas en autobuses especiales blindados y vienen acompañados de los Seals. Aquí se reunirán con los agentes de la Policía y embarcarán cuando todo esté listo - Gonzálo nos mira a todos con aire preocupado al igual que el resto de los pilotos. Creo que esto no va a ser fácil para ninguno de nosotros- Os dejamos unos minutos para que prepareis los pormenores del servicio mientras nosotros preparamos el plan de vuelo. Hasta ahora chicos.

Los pilotos salen de la sala de Briefing y nos dejan a todos con cara de alucinados sin saber que decir.

-Bueno chicos...no sé muy bien que decir ni por donde empezar. Creo que en mis veinticinco años al servicio de esta aerolínea, es la primera vez que me enfrento a una situación tan rara y mira que he visto y he vivido situaciones extrañas. En fin, vamos a ello. Veo un montón de caras conocidas y eso es un alivio - dice el Sobrecargo mirándome y sonriendo, aunque la sonrisa no le llega a los ojos. Está preocupado como todos - Me llamo Diego y llevo cinco años de Sobrecargo en esta flota. El avión de hoy en un Airbus 340-600. Normalmente llevamos a tres T.C.Ps más como apoyo para dar el servicio, pero como el vuelo de hoy es tan peculiar, iremos los justos para el tema de seguridad. Ocho contando conmigo. Aunque me enviaron hace unas horas por Email toda la información comercial, dadme unos minutos para que revise lo que me ha dado Gonzálo por si hubiese alguna modificación de última hora.

Se vuelve a hacer un silencio sepulcral en la sala. Nos miramos los unos a los otros y seguro que más de uno maldice por no haberse retirado a tiempo, yo la primera. Maldita curiosidad de las narices...Decía Eleanor Roosevelt que la curiosidad hay que mantenerla viva, pues creo que estos momentos todos los que estamos aquí disentimos pero bien.

Diego cierra la carpeta que le había entregado Gonzálo y continúa.

- Deciros que hay una pequeña variación en cuanto al servicio se refiere. Serviremos una comida después del despegue y una merienda antes de aterrizar. Ahora bien, tanto la comida como la merienda serán frías y constarán de un sándwich, un yogur y una pieza de fruta, nada de bandejas y por supuesto nada de cubiertos, todo irá metido dentro de unas bolsas de papel cerradas. Se les ofrecerá a todos una bebida, o agua o zumo, no serviremos ni refrescos ni alcohol de ningún tipo. Tampoco habrá servicio de café y té, aunque sí se lo serviremos a los escoltas si así lo solicitan. En cuanto a los descansos en vuelo...me temo que no habrá. Todos estaremos de servicio y alerta todo el vuelo. No son muchas horas, unas nueve aproximadamente. De cualquier manera si en algún momento os sentís muy cansados, me lo decís y a ver que podemos hacer ¿Tenéis alguna duda chicos?

¿Alguna? ¿Alguna duda? Pienso yo ¡Todas! Tengo un millón de dudas. En ese momento me vuelve a dar un pinchazo el pié y pienso que a lo mejor si exagero un poquito el dolor me puedo librar...pero luego me doy cuenta que después de haber leído y firmado el dichoso acuerdo de confidencialidad, ni por esas me libro. Además, no quiero dejar sola a Cata, que de tanto retorcerse los dedos de las manos, sí que va a acabar con ellos rotos.

- Bien - dice Diego - Pues asignemos los puestos para el vuelo, y ya podemos decile al Comandante que estamos listos ¿Os parece si los asigno yo? - todos asentimos - ¿Alguno volais de pareja? - pregunta.

- A Cata y a mí nos gustaría ir juntas si a nadie le importa - me adelanto.

-No creo que suponga ningún problema ¿Verdad? - todos niegan con la cabeza y Cata me coge de la mano. Está muy nerviosa.

- En ese caso, voy por orden - dice Diego - yo voy de 1, Marta de 1R, Anna de 2 y Cata de 2R. Carlos y Javier de 3 y de 3R respectivamente y Mario y Paco de 4 y 4R ¿Os parece? Bien, pues por mi parte ya está todo dicho. Voy a avisar a Gonzálo de que estamos listos.

Listos, listos....lo que se dice listos para lo que nos espera...no creo que estemos ninguno...