Te quiero de vuelta junto a mí [SL 2] TERMINADA.

Capítulo 9| Editado.

Caleb.

—En la manada de Andrés, últimamente, han estado ocurriendo cosas raras; árboles prendiendose fuego, las flores se marchitan rápidamente, los lobos se enferman o se ponen rabiosos . No sé algo malo va a pasar, además —dice Gia.

La miro serio, tiene enormes ojeras debajo de sus ojos grises, aunque los tres estamos así. Miro a los chicos a través de la computadora. Los cuatro están sentados en la cama, se les nota tensos y nerviosos. Arqueo una ceja, ¿qué les pasa?

—¿Entonces para qué nos necesitas, mamá? —pregunta Ian.

—Esa bruja sabia que iba a pasar todo esto —murmura mi mejor amiga—. Ian... quiero que lleves a toda la manada al internado de los vampiros incluyéndolos a ellos. No salgan,  cierren todas las puertas, ventanas, túneles,  lo que sea —suspira mientras se da la vuelta para irse—. Nos vemos.

Cuando está por abrir la puerta,  un chico entra de golpe a la habitación de los chicos. Me quedo sin aliento. No puede ser,  ¿en qué momento me drogue o tomé? Está parado viéndome el más idiota de los vampiros después de Evans.

—¿Al-alex? —susurro.

Noto como Gia y Matt se quedan quietos mientras se les va la respiración. Aún no se han dado vuelta.

—Hola —saluda de lo más tranquilo mientras hace gestos con sus manos—. Chicos, me hubieran avisado que ya terminaron de hablar con su madre y comenzaron a hablar con otro. ¿Por qué ese chico tiene la mirada de querer matarme?

—Se va a la mierda el plan de quedarme con Gia —gruño.

Miro con lástima a Gia. No se quiere voltear. Está temblando todo los idiotas.

—Ema —la llamo—. ¿Qué te dijo tu madre de pedirle a las brujas que te hagan una imaginación o que mierda de tu padre?

Gia poco a poco comienza a darse vuelta. Se le escapa un fuerte sollozo cuando lo ve. Matthew no hizo lo mismo, se queda mirando la puerta.

—¿Cómo...? —se acerca un poco mientras, inútilmente, corre las lágrimas y toca el rostro de Alex en la computadora . Sus hijas están llorando mientras son abrazadas por sus hermanos. Cuando está por decir algo, un aullido se oye dentro de toda la casa. Un aullido de alerta.

—Jodida mierda. ¡Ian has lo que te pedí! Escuchen,  los amo con todo mi corazón a los cuatro. A ti también,  chupasangre olvidador de familias,  no cumpliste tu promesa de tener veinte hijos. Cuando vuelva, si es que lo hago —susurro lo último, con Matt la miramos sorprendidos—, te castrare luego de hacer el amor —Alex se sonroja y los demás la miramos con asco.

—Giaaa —la reta mi amigo.

—Ian,  si algo malo me ocurre, la manada queda en tus manos al igual que los vampiros y los terrenos. Estoy orgullosa de todos,  y perdónenme por todo. 

Besa la computadora y se va corriendo.

—Cuando lleguen allá, lleven la computadora y conectenla en el... —me olvide como se llama—. En la pantalla blanca,  que todos vean que es el que está provocando todo esto. Adiós.

Salgo corriendo de la sala mientras veo como Gia se transforma.