Capítulo 20| Editado.

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Soy una idiota, lo sé. ¿Pero que quieren que haga? Lo amo a pesar de que me rompa el corazón a cada rato.

Le sigo el beso y tiro de su pelo. Es un beso lleno de amor, por mi parte pero no sé la de él, pasión y necesidad. Sus manos se van dirigiendo a mi cintura para luego ponerlas abajo de mi camiseta. Le doy un golpe en la mano y muerdo su labio inferior.

Hace un tierno puchero y dice:— Yo quería más.

—Pues te jodes —Tiene el pelo desordenado y su camisa roja está desordenada. Soy yo o tiene un brillito en sus ojos. ¿Y eso que significa?—. No mereces mis labios sexys.

Sus ojos se abren como platos.

—Pero Gia yo...

—No. Defendiste a las zorras esas. Estoy enojada contigo.

—En serio lo siento. No sé que me ocurrió. De verdad.

—Mira, no sé si pepito o manuelita hablo en tu cabeza diciendo lo que tenías que hacer...

—En realidad se llama Rupers —me interrumpe.

Lo fulmino con la mirada.

—Cállate, Willy —abre sus ojos como platos y mira a su amigo.

—¿Conoces a Willy?

—Alexander, tuvimos cuatro hijos.

—Cierto.

—Lo que decía, ahora eres tú el que debe conquistarme, comprar cajitas felices, libros, una cuenta en netflix, helado y mucho más para que te perdone por todo.

—No tengo dinero.

—¡Pues trabajas con Rupers! —me ve algo divertido y asustado—. Ahora me voy. Nada de desorden, fiestas o cualquier cosa.

Me doy la vuelta pero me detengo.

—No rompan el jarro que está en la habitación de Franco.

—¿Por qué?

—Sólo no lo rompan —asiente y me abraza sorprendentemente.

—Que nadie ni un maldito perro se acerque a ti, ni te mira ni te huela.

—Alex...

—Sé que cometí errores pero perdoname por favor -se arrodilló a mis pies.

-Necesito tiempo, lo siento -corro mi mirada.

Duele tanto. Pienso.

-Y lo tendrás -se acerca rápidamente y susurra muy cerca de mis labios-. Te quiero de vuelta junto a mí.

—Ni siquiera me recuerdas —me roba un beso—. No vuelvas a hacer eso, por favor. No si no sientes nada por mí. Aborrezco a las personas falsas.

Susurra, dolido, algo que lamentablemente no escuche por el grito de Matt en mi oído. Me guiña el ojo y cierra la puerta.

—¡Haber, imbécil! Ven aquí —se acerca y agarro sus orejas—. ¿Qué dijo?

—No tengo idea... Ay, duele —se soba su orejita. Le doy un golpe en la nuca.

—¡Pues aprende a callarte! Ahora vamos.

Comenzamos a caminar por el bosque. De repente, Matt empezó a cantar la canción de Pokémon.

— Tengo que ser siempre el mejor 
Mejor que nadie más 
Atraparlos mi prueba es 
Entrenarlos mi ideal 
Yo viajare de aquí a ya 
Buscando hasta el fin 
O pokemón yo te entenderé 
Tu poder interior... 

—Pokemón, tengo que atraparlos —le sigo saltando—.
Nuestro destino así es 
Pokemón, gran amigo es 
En un mundo por salvar 
Pokemón, tengo que atraparlos
Nuestro valor vencerá 
Te enseñare y tu también 
Po-ke-món 
Atrápalos ya (atrápalos ya)

—¡Yea! —gritamos al unisono.

—Mejor nos convertimos.

Alexander.

Me levanto con pereza. Ayer Gia se fue con Matthew.

Recuerdo sus palabras. Me dolieron tanto, tanto.

Una vez que me baño y cambio me dirijo a la cocina. Están todos cocinando.

—Chicos, yo... tengo algo que decirles —me rasco la nuca incomodo.

—No nos interesa —Ian dejo de darle besos a Em para verme y cruzarse de brazos.

—Ian —lo regaña su mate.

—¿Qué? —se hace el inocente.

—Haber, que nos tienes que decir —dice Oseías.

—Recordé.

Te quiero de vuelta junto a mí [SL 2] TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora