Capítulo 22| Editado.

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La foto me encantó 😂 es taannn Agustín y Alex.

Me quedo inmóvil por segundos.
No puede ser él. Siento como mis fosas nasales se abren un poco más y mi loba aspira un olor extremadamente delicioso, menos o más que el de Alexander.

—¿A-Agustín? —balbuceo nerviosa. Joder, no ahora.

—El mismo, preciosa —dijo en mi oído con una mano en mi cintura levemente apretada.

Siento mi cara arder.

Asustada, miro en dirección a Matt. Está acomodando a un desmayado Bleck. Se da la vuelta suspirando para verme, pero queda inmóvil al verme a mí y al que tengo atrás.

—¿Tú no estabas muerto? —pregunta.

—Exacto. Lo estaba —apoya su mandíbula en mi cuello. ¿Por qué no te mueves, estúpida?—, pero aquí estoy para estar con ella.

Trago saliva al escuchar eso.

—Sueltame, imbécil —aparto sus manos de mí.

—Bebé, no me digas así —hace un pucherito.

Volteo la mirada con brusquedad al notar que mi loba quiero besarlo.

Estúpida. Acuerdaté de Alex.

Se besó y defendió a aquella zorra ¿recuerdas?

Decido ignorarla. Hace mucho no hablábamos.

—Cállate —le digo furiosa fulminándolo con la mirada.

—Bueno ya que acabaron con ese idiota, ¿porque no vamos a casa y terminamos de hacer lo que teníamos pendiente? —dice seductor.

—1.No haría nada contigo. 2. No enfrente de mis hijos —enumero pero me interrumpe.

—¡¡¿Hijos?!! —me grita acercándose peligrosamente.

—Claro —digo sonriente y orgullosa—. Cuatro hijos que salieron igual a sus padres; sexys, preciosos, unos auténticos dioses griegos nacidos del Olimpo. Hijos que tuve con el hombre de mi vida —lanzo un suspiro algo melancólica.

Extraño a Alex, pero debe saber lo que siente por mí.

—¿Me engañaste? —frunce el ceño mientras se cruza de brazos.

—Jamás te engañe como tú lo hiciste conmigo —me cruzo también de brazos. Siento como mi loba me reta por hacer que Agustín se sienta mal. Pero me importa una mierda lo que ella quiera. Agustín en su momento rompió mi orgullo y corazón sin importarle lo que sienta—. No vengas a decirme lo que yo hice mal.

—Estoy arrepentido de verdad —baja la mirada.

—Igual tengo que agradecerte —me mira confundido—. Gracias a ti Alex y yo fuimos felices.

—Lo sé, Lorena me contó.

—Será mejor que nos vayamos, Gia —me susurra Matt. Volteo hacia él.

—¿Qué haremos con él? —susurro.

—Es tu mate no el mío. Pero podemos llevarlo para provocar al tonto —sonríe malévolo.

—Usar a las personas está mal —lo regaño.

—Oh vamos, ¿le ves cara de dejarnos ir así nomas? —lo señala.

Él nos mira sonriente. Revoleo los ojos con puro aburrimiento.

—Bien, lo llevaremos —comienzo a caminar hacia la puerta pero me detengo—. Queda a cargo tuyo, Matthew.

Me ve horrorizado.

Alexander.

—Que bueno que estés de nuevo, amigo —palmea mi espalda Evans.

—Sí —lo veo de reojo, salto arriba de él y pongo mis manos en su cuello.

—¿Qué demonios te sucede? —chilla.

—¡Porque jamás me dijiste las cagadas que me mandaba!

—Lo siento ¿sí? Lorena me dijo que era lo mejor, que debía haber dramatismo. Sabes que esa bruja está loca.

—Ella...

—Sí —me sonríe divertido. Me bajo de él y rasco mi cara frustrado.

Escuchamos como suena el timbre. Los chicos bajan corriendo para abrir.

—¿Y este quién es? —pregunta Ian.

Siento un olor extraño, a perro mojado, osea, Gia y las mellizas no lo tienen pero los demás sí y ese olor es asqueroso.

Me levanto como resorte y troto hacia la puerta.

Hay un chico alto, castaño y de ojos marrones que está viendo a Mi Gia con ¿amor?

¿Y ESTE QUÉ SE TRAE?

Aprieto los puños con fuerza.

Gia nos mira a ambos nerviosa.

—¿Quién es mamá? —pregunta Sar.

—É-él e-es mi pr-primer mate —susurra rascándose el brazo como lo hace cuando está jodidamente nerviosa.

—¿Qué? —susurramos.

—Bueno, fue un largo viaje y necesito descansar —dice estirando sus brazos—. En la misma habitación no, bebé?

—No —dice enojada—. Ya te dije que no me digas así ni de ningún modo, Agustín. Yo ya tengo a mi mate, el cual es ese lindo y tonto chico de allí —me señaló.

El muy imbécil se acerca a ella y le da un pico.

—¿Qué haces haces estúpido? —le grita enojada dándole una cachetada.

Eso.sí.que.no.

—¿Qué mierda haces? —le grito y lo empujo haciendo que se caiga.

—¿Qué, ahora no la puedo besar? —se levanta y me sonríe burlón—. Ella es mía —dice con la respiración alterada, quedamos frente a frente.

—Ella es MÍA —le grito de nuevo dándole un puñetazo.

—No peleen por favor —dice Gia.

—No, Gia. Tú eres mía —digo con los puños apretados.

—Alex las cosas ahora no... —la interrumpo abrazándola y dandole besos en el cuello logrando que se estremezca.

—Luchare por ti, Lobita. No olvides los veinte hijos —le doy un beso en la frente y entro en la casa dejándola en shock.

Haré lo imposible por recuperar lo que quiero. Cueste lo que cueste.

OMG.

#TEAMALEX.

#TEAMAGUSTÍN.

#TEAMCALEB.

#RESUCITEISHONDECALEB?

Te quiero de vuelta junto a mí [SL 2] TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora