Te quiero de vuelta junto a mí [SL 2] TERMINADA.

Capítulo 25: No sé que habría pasado.

-Gia -suspiro cansada en cuanto lo escucho-. Te acuerdas cuando nosotros... bueno... La pasábamos súper. Podríamos hacerlo ahora...

Escucho un gruñido que proviene de la cocina.

-Agustín ya te he dicho que eso no pasará -sonrío mientras miro mis uñas. Debería pintarlas, ¿pero de que color?

-Dueño que ni se acuerda de su propiedad -ríe a carcajadas en mi oído.

"Eso crees tú, imbécil" dejo pasar ese susurro de alguien.

-Ya, Agustín no molestes -lo aparto un poco y tomo la limonada que preparó-. Aprecio mi espacio personal.

Además eso no forma parte del trato.

Hablo por la comunicación entre lobos que tenemos.

Me mira furioso. Se echa en el sillón.

El trato era hacer poner celoso a ese vampiro de mierda que tienes por mate. Y eso implicaba hacerlo o ¿no?

Río carcajadas mientras lo señalo una vez que Alex se ha ido por la puerta principal.

-No has aprendido de Shrek a leer las letras pequeñas.

-Mierda -susurra mientras se tira de los pelos-. Entonces si no es por las buenas, será por las malas.

-¿Qué...? -abro los ojos como platos al notar como me besa.

Trato de apartarlo pero algo me impide a hacerlo. Me desespero al ver como rompe mi remera.

¿Qué me pasa? ¡¿Por qué no puedo moverme?! ¡¡El jugo!!

Me agarra de las muñecas fuertemente mientras me carga al estilo de novios o algo así, ¡No me voy a poner a pensar en cómo se llama eso!

Me tira fuertemente a la cama y ata mis manos en la esquina de la cama. Mi respiración se vuelve agitada.

Me va a violar. ¡Y no hay nadie en esta puta casa ahora!

Muerde mi labio inferior para luego besar mi cuello. Siento como caen de mis ojos, lágrimas saladas a montones.

Dios, por favor no.

-Ese maldito infeliz te quito tu virginidad antes que yo -grita mientras me muerde en el cuello. Sollozo al sentir un dolor muy fuerte en este-. ¡Se suponía que yo iba a ser el primero, el padre de tus hijos y el Alfa de la manada más poderosa del puto mundo!

-Tú... T-tú... me... engañaste -digo apenas. Parece que el efecto está pasando.

-¿Y? -gritó para luego besar mis pechos. Aún no me ha quitado el brasier-. No me importa que haya echó o no con la zorra esa de tu ex cuñada, después de todo, tú no satisfacías mis necesidades de hombre como correspondía. Fue un buen polvo, el mejor de todos. Y lo mejor, es que ni te acordaba.

Comenzó a desabrochar el sostén. Intente safarme pero no podía.

-¡Su-sueltame! -"grite".

-¿Sabes algo? -acerco su boca a mi oído-. Ella estuvo embarazada de mí cuando estaba contigo, y eso no es todo. Ya era mi amante antes de conocer a los Dark.

Sollozo fuertemente. Agarra un pañuelo y lo pone en mi boca.

¡Ayuda! Quiero gritar pero nada sale de mi boca. Comienza a desabrochar su cinturón. Cierra sus ojos cuando coloca mi mano dentro de su pantalón.

¡Cerdo asqueroso! ¡Ya basta no quiero!

Cuando siento mi cuerpo algo pesado es cuando me muevo. Comienzo a moverme bruscamente para que me suelte.

Se sobresalta al escuchar la puerta abrirse. Ambos giramos a ver la puerta. Largo un sollozo en cuanto veo al amor de mi vida.

Alex se lanza sobre Agustín para luego ambos comenzar a golpearse.

Abro los ojos como platos al ver como ambos luego de minutos pelear, salen volando por la ventana.

-¡¡Alexander!! -chillo asustada mientras me arrastro hasta el balcón.

Al no verlo me paro como puedo y corro escaleras abajo. Abro el ventanal y volteo para todos lados.

-¡Alex! -grito llorando-. ¿Dónde estás?

-Aquí -ahogo un grito al verlo tirado con sangre en la boca. Me arrodillo y coloco su cara en mi estomago.

-¿Estás bien? ¿Te duele algo? ¿Qué necesitas? -comienzo a bombardearlo con mil preguntas.

-Solo quiero estar cerca de éstas dos, y obvio, a tu lado -sonríe inocente. Golpeo su frente mientras seco mis lágrimas.

-Gracias. Gracias. Gracias. Si no hubieses aparecido seguro ese infeliz me hubiese violado.

-No te preocupes, no creo que haga algo de ahora en adelante -señala un poco lejos de nosotros.

Lo recuesto despacio para que no se golpee la cabeza. Me acerco a Agustín. Coloco mi mano en su vena del cuello.

Suspiro mientras me levanto y me acerco a mi mate.

-Está muerto -susurro limpiandome la sangre en mi remera.

Siento haber tardado.

Espero que les haya gustado y mil perdones por no actualizarla antes.