Te quiero de vuelta junto a mí [SL 2] TERMINADA.

Capítulo 21| Editado.

Oseías.

-¿Recuerdas? -balbuceo mi hermana, Sarah.

-Recuerdo que tengo que ir a comprar ropa.

Bufamos enojados.

-¡Maldito estúpido! -le grita Evans-. Ya me hacía la idea de contar anécdotas.

Pateó el mueble de mamá. Oh, oh.

-Sabía que iba a decir algo estúpido -le murmura Ian a su mate.

-Ian, es papá.

-Pero Em...

-Nada -lo corta para seguir comiendo su cereal.

-Que decepción -le dice Sarah.

-Oh vamos ¿no fue gracioso? -pregunta Alex.

-No -decimos todos.

-No fue su primera palabra -dice viéndonos a mi mellizo y a mí.

-Sí lo sabemos, mamá nos dijo -ponemos cara nostálgica al recordar ese día. Mamá dijo muchas cosas vergonzosas ese día.

-Tenían dos años -sigue diciendo. Asentimos. Ya no lo quiero escuchar-. También su segunda palabra fue tonto, y fue hacia mí.

-Madre decía que no paraba de reír ese día.

-Sí yo estaba -dice Evans levantando la mano-. Ese día Alex de tan sorprendido y ofendido se cayó en la piscina.

-Y tú te ahogaste y le terminaste vomitando a mamá -ríe Alex.

-Que recuerdos -suspiramos.

-Oh aquella vez cuando cumplimos tu sueño -dice "papá"-, y un gay nos perseguía.

-El mejor día de mi vida -pasaron minutos-. ¡Espera! ¿Cómo sabes eso?

-Les dije que recordé -dice simple.

-Pero tú -le decimos.

-Lo sé, cometí errores pero quiero arreglarlos.

-Y se puede saber cuando recordaste -le pregunto.

-Cuando Gia me rompió el corazón diciéndome que quería tiempo. En realidad cuando la vi bajar.

***
Gia.

-La única manera que tienen para salir, es que te cases conmigo -lo miro sorprendida.

-Ni falopeado -dice Matt furioso.

Muerdo mi labio para no reír.

Les contare que sucede. Cuando llegamos los lobos de esta manada nos dieron hospedaje para así el otro día estuviéramos frescos para él. Lo hicimos: descansamos, nos bañamos y comimos. Al otro día el alfa nos llamo. Hablamos y discutimos de grandes cosas hasta que se tocó el tema.

"La muerte de su hijo".

¡No fue mi culpa que su hijo sea tan estúpido por pasar borracho en mis territorios! Además, de matar a unos guerreros y amigos importantes.

Claro que iba a cobrar venganza. Pero eso se me hizo más fácil cuando me contó que su padre lo había desterrado.

Bueno, al punto, esa mañana salió el tema. Al parecer se enteró que yo maté a su hijo. Bla, bla, bla.

-No me casaré contigo, Bleck.

Su cuerpo se tensa dándome un poco de miedo. Aprieta sus puños arriba del escritorio, tanto que se están volviendo blancos. Sus ojos negros se vuelven amarillos con marrón. Sus colmillos parecen que fueron bien pulidos para comer.

-Gia no se casará contigo, Bleck. Eso lo sabes muy bien.

-¡ELLA ES MÍA! -grita lanzándose a mi beta.

¿Qué mierda?

Matthew esquiva un súper puñetazo que iba a ir directo a su ojo. Bleck recibe una patada en sus testículos, sacándole el aire.

-¡Detenganse en este instante! -les grito apartándolos un poco pero alguien tira de mi cintura-. ¡¡Suéltame se van a matar!!

-Eso no pasará, preciosa -dice una voz que antes era mi favorita pero luego pasó a ser una de las más odiadas. El ser al cual creí matar aquella vez.

Mi primer mate.